Frankfurt y París compiten por las finanzas de la City de Londres
Las dos capitales pugnan por captar la fuga de bancos y activos
La salida del Reino Unido de la Unión Europea supondrá un punto y aparte para la City de Londres, el primer hub financiero mundial, donde se concentra un buen número de entidades financieras de todo el planeta. Para ellas, la perspectiva de perder el llamado “pasaporte comunitario”, que les permite efectuar desde Londres transacciones en cualquier países de la UE, supone de forma irremediable el desplazamiento de parte de sus servicios financieros a otros países europeos. Holanda e Irlanda son algunos de los países que pueden beneficiarse de esta oportunidad. Pero qué duda cabe que son Frankfurt y París las ciudades candidatas a absorber la mayor parte de entidades financieras y consolidar de ese modo sus plazas financieras.
Un reciente estudio del Instituto Bruegel, un think tank con sede en Bruselas, indica que un 35% de la operatoria de banca mayorista de Londres (estimada en 10.300 billones de euros) está relacionada con clientes residentes en la Unión Europea. En términos de bancos y sociedades implicadas, esto implica a una quinta parte de entidades con sede en el Reino Unido y a la mitad de los grandes bancos con sede en Estados Unidos. En resumen, según estiman en Bruegel, unos 1.800 billones de euros (el 17%) pueden cambiar de residencia en dirección al continente.
En términos de empleo, esto supone unos 10.000 puestos de trabajo en el sector bancario, a los que hay sumar otra cifra de entre 18.000 y 20.000 personas vinculadas a servicios financieros y también profesionales (entre los que destacan la consultoría, la contabilidad y los despachos de abogados).
CANTIDADES QUE SE BARAJAN Se calcula que los recursos en juego alcanzan los 1.800 billones de euros
EMPLEO AFECTADO La capital británica puede perder 10.000 empleos en la banca y 20.000 en servicios
CASO HSBC Ya estaba muy presente en Francia, eso explica la llegada de 1.000 empleos
MERCADO DE TRABAJO Si dependiera de su flexibilidad, los bancos se irían a Dinamarca o Austria
FRANKFURT En mercado e infraestructuras financieras, está mejor que París
burgo. Los grandes grupos europeos clientes de la City ya están en París. “Esperamos atraer 10.000 empleos”, dice Gérard Mestrallet.
En ese orden de cosas, el anuncio que el 18 de enero hizo la banca HSBC de transferir mil puestos de trabajo de Londres a París ha sido considerado una buena señal. La realidad es que HSBC ya estaba muy presente en Francia, vía la compra del banco CCF, que pasó a ser HSBC-France.
“Eso es lo que explica, de hecho, esa transferencia: atraer bancos de Londres poco o no presentes en Francia, especialmente la banca de negocios o de inversiones, será mucho más difícil”, pronostica Romaric Godin, subdirector del semanario económico La Tribune. “Desde ese punto de vista, otras plazas financieras, como Francfort, o Luxemburgo para gestión de activos, parecen mejor situadas”, estima este observador.
“Nuestra imposición fiscal sobre salarios superiores a los 300.000 euros es del 38%, menos que en el Reino Unido e igual que en Alemania”, explicó Pécresse respondiendo al argumento de los elevados impuestos en Francia. Además, inmediatamente después del Brexit, el presidente François Hollande se apresuró a endulzar su reclamo: un cambio en el régimen fiscal para expatriados, especialmente diseñado para favorecer el vaciado de la City, ha rebajado esa imposición a un 24%.
Leyendo la prensa económica francesa, parece como si el inconveniente central de esta mudanza a París sean los tópicos “problemas para despedir” a un empleado o el excesivo coste de las cargas sociales para las empresas.
“El derecho laboral francés está muy mal visto por los extranjeros”, confirma Marie-Anne Barbat, directora de la Federación bancaria francesa (FBF).
“Ni en Francia ni en Alemania el mercado de trabajo es tan flexible como en el Reino Unido, si eso fuera lo determinante los bancos se irían a Dinamarca o a Austria”, dice Godin. Es cierto que el coste horario del trabajo es un 8% más caro en Francia que en Alemania, pero el coste alemán es superior a la media europea: si ese fuera el único criterio el principal beneficiario de la mudanza sería Irlanda, estima.
El acto de Londres viene rodeado de otras señales. En La Défense, el distrito financiero de París, se están construyendo más de 300.000 metros cuadrados de oficinas en media docena de nuevos rascacielos para acoger la esperada herencia. En el Senado hay operaciones de relaciones públicas con el sector.
Las ventajas de París tienen que ver con sus servicios públicos e infraestructuras de transportes, especialmente la cercanía con Londres (dos horas vía Eurostar), donde se mantendrá el grueso de la actividad financiera fuera de la Unión Europea, y también por la abundancia de directivos rodados: hay miles de franceses trabajando en la City.
Para Godin, que conoce bien Alemania, lo decisivo son las infraestructuras financieras y la robustez del mercado. En ambas cosas, Franckfurt lo tiene mejor que París: “Es un gigante en términos de transacciones y está en fuerte crecimiento. Esas son las dos razones de la ventaja alemana”, dice.