Capital de bancos
Frankfurt exhibe su fortaleza como plaza financiera y se vende como puente post-Brexit entre Londres y la Europa continental
En los últimos meses, Volker Bouffier, presidente de Hesse, el land alemán donde se ubica la ciudad de Frankfurt, no para de viajar. En noviembre voló a Nueva York a intentar seducir a los bancos estadounidenses sobre cómo conservar acceso al mercado europeo cuando el Brexit se materialice, en algún momento a partir de la primavera del 2019. Frankfurt del Meno, capital financiera de Alemania, aspira a captar un pedazo del negocio de la City londinense.
“Londres era la plaza financiera europea. ¿Es posible Europa sin una plaza financiera? Naturalmente que no, por lo que habrá que hacer esfuerzos para crearla en otro lugar”, sostiene Loriana Pelizzon, economista de la Universidad Goethe de Frankfurt y de la Universidad Ca’ Foscari de Venecia. Según Pelizzon, para ese rol la más probable es Frankfurt “por ser ya un gran centro financiero dotado de una infraestructura de servicios”, aunque también se podría optar por una plaza dual Frankfurt-París, ya que la capital francesa alberga la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés), que supervisa las bolsas.
Con sus 730.000 habitantes, Frankfurt del Meno, ciudad natal del escritor Johan Wolfgang von Goethe, gloria de las letras alemanas, no sólo alberga bancos nacionales e internacionales, sino que es también hogar del Banco Central Europeo (BCE). Los especialistas recuerdan que en el sector financiero Frankfurt es fuerte en áreas como gestión de activos o negocio de crédito, aparte del poderío económico de su región. Las agencias de promoción de inversiones han abierto asesorías sobre vivienda, escuelas internacionales y oficinas en alquiler.
Las fuerzas vivas de Franfkurt sienten que sus aspiraciones ganan fuerza debido a la anunciada fusión entre la Bolsa de Londres (LSE, por sus siglas en inglés) y Deutsche Börse, empresa alemana organizadora del intercambio de acciones y valores, que se ocupa de las operaciones en la Bolsa de Frankfurt. Un informe encargado por Deutsche Börse a la Universidad Técnica de Darmstadt sostiene que el Brexit “hará de Frankfurt el centro de Europa en regulación del mercado financiero, y simultáneamente, Frankfurt podría convertirse en el centro europeo de gestión de riesgos a nivel supranacional”.
Son grandes aspiraciones, pero la realidad dista de ser sencilla. En el Reino Unido, la ley permite a los bancos despedir a empleados con elevados salarios, contratados quizá en época de bonanza, cuando el escenario financiero empeora; no así las leyes alemanas, que permiten despachar sólo a altos directivos de la cúpula. El estado federado de Hesse está estudiando cómo relajar esa norma. “Seguramente se podrían acordar exenciones a la estricta norma sobre despidos para aquellos empleados que ganan una cantidad de dinero significativa”, dijo en una entrevista el democristiano Thomas Schäfer, responsable de Finanzas de Hesse. Schäfer sugirió que se podría facilitar el despido de quienes tienen un salario anual superior a 300.000 euros. Pero un ajuste legal de ese tipo debería hacerse a nivel federal, y tiene escasos visos de prosperar.
En realidad, ningún analista en Alemania prevé que Londres pierda su status de gran centro financiero, pero sí ven en el Brexit una ocasión para fortalecer otras plazas. “Creemos que el Reino Unido seguirá siendo un importante socio en Europa, pero hará falta un puente entre Londres y la Europa continental, con puestos estables en ambos lados”, dice Schäfer, quien obviamente quiere que ese puente sea Frankfurt.
Los expertos señalan que la reubicación de negocios puede llevar dos años en los principales bancos. En previsión de si acaban trasladando alguna división o actividad, el gigante bancario británico HSBC y el suizo UBS están construyendo edificios en Frankfurt, mientras que el estadounidense Goldman Sachs ha desmentido su mudanza, alegando que aún no ha decidido. El británico Lloyds parece cerca de optar por Berlín para sus actividades post-Brexit. A pie de calle, la cuestión que preocupa a los habitantes de Frankfurt es si ese eventual desembarco de bancos y servicios incrementará precios en el mercado inmobiliario, tanto en pisos de alquiler como de compra.
ACTIVOS SACADOS A RELUCIR La anunciada fusión de la Bolsa de Londres y Deutsche Börse ofrece ventajas
ESPINOSA CUESTIÓN LABORAL La ley británica deja a los bancos despedir a empleados de sueldo alto; la alemana no