D-Lab, tecnología digital para el progreso social
El programa d-LAB que impulsa Mobile World Capital Barcelona persigue la transformación digital como herramienta útil para resolver los grandes retos sociales. “Mejorar la sociedad utilizando las tecnologías móviles y convertir Barcelona en un hub digital global” es el objetivo, según Bárbara Vallespín, directora del programa. Con este propósito, d-Lab ha lanzado este año tres retos. El primero se centra en el empoderamiento de las personas con discapacidad. La segunda propuesta aborda la transformación de los sistemas de salud mediante la gestión de los datos personales y, por último, una iniciativa contra el cyberbullying.
La Organización Mundial de la Salud estima que entorno al 19% de la población mundial de más de 15 años tienen una discapacidad moderada o grave. En el 2008, el Instituto Español de Estadística calculó que el 8,5% de la población tenía alguna discapacidad, es decir, 3,8 millones de personas, de las que más de 600.000 se quedan solas en casa, mientras que 1,39 millones tienen un alto grado de dependencia. El objetivo de d-LAB es encontrar soluciones móviles y digitales útiles para potenciar la mejora de la calidad de vida de estas personas en aspectos como el acceso a la educación, al mercado de trabajo, la salud y los servicios público o disfrutar de nuevos servicios. En el proceso se cuenta con el asesoramiento de la Fundación Vodafone España, la Fundación ONCE, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) y el Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (Ceapat-Imserso).
El segundo de los retos abordará la transformación de la gestión de los datos de salud de los ciudadanos mediante la generación de nuevos modelos de gobernanza para la cesión de datos por parte de los ciudadanos”, detalla Bárbara Vallespín. Igual que donamos sangre, “podemos ser capaces de ceder nuestros datos para acelerar la investigación clínica o crear tratamientos más personalizados”, concreta la directora de d-LAB.
El último reto es la lucha contra el cyberbullying, un modelo de acoso que representa el 65% de los abusos que cometen los adolescentes. Hasta un 10% de los estudiantes se sienten amenazados, avergonzados o incómodos. En España, un 81% de los niños entre 8 y 17 años admite estar preocupado por el acoso cibernético y el 19% haber acosado a alguien. Para paliar las cifras alarmantes “las tecnologías móviles pueden ayudar a la prevención y reducción” de este tipo de acoso escolar, asegura Vallespín. El acoso digital es en la actualidad uno de los retos más importantes que tiene ante sí la comunidad educativa y supone una gran dificultad rastrear, registrar y vigilar a los acosadores. Las tecnologías móviles pueden convertirse en herramientas preventivas para reducir al mínimo los niveles actuales de cyberbullying.
D-Lab, desde que inició su actividad en el 2016, tiene tres proyectos piloto en funcionamiento que profundizan en la transformación digital de sectores como el turismo, la salud o la relación ciudadano-administración. El más sorprendente es IoT Big Data Sagrada Família, que analiza los flujos turísticos en el templo barcelonés. “Hemos analizado el flujo a través de sensores wifi y GSM, así como cámaras 3D y hemos cruzado con los datos proporcionados por un teleoperador”. En colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona y Eurecat, el análisis de los datos permite la gestión eficiente del turismo en la zona. “Han surgido datos muy interesantes”, apunta Vallespín, como conocer las entradas de metro más utilizadas por los turistas, “que se reducen a dos, ya que siempre salen y entran por las mismas”, o que sólo el 20% de los visitantes visita la basílica y que el resto se queda por fuera. Los datos son tan detallados que se puede conocer que “los turistas franceses son más madrugadores que los norteamericanos”, datos de interés para la gestión pública que “demuestra el potencial de las nuevas tecnologías”.
“Cualquier organización del ecosistema puede participar en los retos lanzados por d-LAB”, apunta la directora del programa. La convocatoria del primer reto concluye el 7 de marzo y hasta el momento cita como curiosidad “haber recibido cuatro propuestas internacionales de una calidad excepcional” de Israel, Canadá y Turquía. A cambio, Mobile World Capital Barcelona ayuda a la implementación de un piloto real, asegurando la participación de partners clave que garantice el éxito y la escalabilidad del proyecto, manteniendo el asesoramiento de destacados profesionales de los distintos ámbitos para desplegar la tecnología.
Igual que donamos sangre, “podemos ceder nuestros datos para acelerar la investigación clínica o crear tratamientos más personalizados”