Alemania y Estados Unidos temen el nuevo despliegue de misiles rusos
El ministro de Exteriores alemán ve con inquietud los proyectiles de Kaliningrado
El reciente despliegue de misiles rusos en Kaliningrado, enclave ruso en el Báltico desde 1945, preocupa a Alemania, mientras también Estados Unidos muestra inquietud por la presencia de determinados misiles rusos en presunta vulneración de un tratado rubricado por ambos países hace treinta años. El ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, de visita ayer en Moscú, alertó sobre el tema antes de partir en una entrevista a la agencia rusa Interfax. “Si los misiles Iskander quedaran desplegados permanentemente en Kaliningrado, sería motivo de gran preocupación y un revés para la seguridad de Europa”, afirmó.
A finales del año pasado, Rusia trasladó a Kaliningrado, la antigua Königsberg prusiana, misiles balísticos con capacidad nuclear, indicando que eran maniobras militares rutinarias. Pero Alemania teme que el despliegue siga. Los misiles Iskander-M son de corto y medio alcance, pero pueden modificarse para alcanzar objetivos a 700 kilómetros, lo cual situaría Berlín en el radio de acción de Kaliningrado.
Ayer en Moscú, Sigmar Gabriel no abordó el asunto de Kaliningrado en la rueda de prensa junto a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, con quien acababa de reunirse. Pero habló del riesgo de una nueva carrera armamentística entre Rusia y Estados Unidos. “Nos causa preocupación el gran potencial militar de Moscú en la región báltica y cerca de Polonia, y el incremento del presupuesto de defensa de Estados Unidos”, dijo. Lavrov repuso que Rusia sólo está respondiendo al hecho de “estar rodeada por armas de la OTAN y unidades de la OTAN”. Rusia ve agresivo el destacamento de 4.000 soldados estadounidenses en Polonia, y de 400 alemanes en Lituania. Gabriel se vio después con el presidente Vladímir Putin.
Mientras, el miércoles en Estados Unidos, un general notificó al Congreso que Rusia había desplegado misiles de crucero del tipo prohibido por el Tratado INF, según relató The New York Times .El Tratado INF (fuerzas nucleares de alcance intermedio, por sus siglas en inglés), firmado en 1987 por los presidentes estadounidense y soviético, Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, prohíbe a ambos países testar, fabricar y poseer misiles nucleares terrestres de alcance intermedio, esto es, de entre 500 y 5.500 kilómetros. Está considerado un hito del control de armamento.
La Administración Obama ya había acusado a Rusia de vulnerar ese tratado, pero esta es la primera acusación pública de la era Trump, un presidente que ha explicitado su intención de estrechar lazos con Rusia. El general Paul Selva, vicepresidente de la Junta de jefes de Estado Mayor de Estados Unidos, dijo que “el sistema representa en sí mismo un riesgo para la mayoría de nuestras instalaciones en Europa”, y que su despliegue viola “el espíritu y la intención” del Tratado INF.
La batería de misiles citada habría sido trasladada en diciembre desde una zona de pruebas en el sur de Rusia a una base no identificada. Medios estadounidenses apuntan a que hay un sistema de misiles de esas características en el centro de Rusia, y que existe otra batería similar en un área de pruebas cerca de Volgogrado, en el sur. Pero Dimitri Peskov, portavoz de Putin, rechazó ayer las acusaciones de vulnerar el tratado de 1987, y afirmó que “Rusia se atiene a sus obligaciones internacionales, incluso en situaciones en las que a veces no conviene a los intereses rusos”, informa Ap.
Kaliningrado, un enclave fundamental para Rusia pues las aguas de su puerto no se hielan en invierno con lo que conserva una cómoda salida al mar para su flota del Báltico, se está convirtiendo en un lugar muy delicado. A mediados de enero, Lituania anunció que destinará fondos de la UE a construir una valla fronteriza con Kaliningrado para reforzar la seguridad y prevenir el contrabando. La valla, de 130 kilómetros y una altura de dos metros, costará 30 millones de euros y empezará a construirse en primavera para que esté lista a fin de año.
Un general de EE.UU. asegura que Rusia está vulnerando un tratado sobre misiles terrestres de alcance intermedio