El Congreso acotará su investigación sobre la operación Catalunya
La comisión de investigación del Congreso sobre el presunto uso partidista del Ministerio del Interior durante el mandato de Jorge Fernández Díaz, y en especial en la denominada operación Catalunya, quedó ayer formalmente constituida. Es la primera comisión de investigación que arranca esta legislatura y, de hecho, es la primera en los últimos 13 años desde la de los atentados del 11-M.
En el 2004, comparecieron hasta José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. En la presente comisión, no obstante, el máximo responsable político que será llamado a declarar, según la previsión del PP y del PSOE, será Fernández Díaz. Y también el exdirector de la Oficina Antifrau, Daniel de Alfonso, que fue relevado del cargo tras desvelarse sus comprometidas conversaciones con el extitular del Interior. Así lo admitió el portavoz del PP, José Alberto Martín-Toledano. El socialista Antonio Trevín dijo que la de Fernández Díaz será la “comparecencia clave”. Aunque probablemente tendrá que ser la última, y no la primera como parecería lógico, debido a su estado de salud.
El presidente de la comisión, Mikel Legarda (PNV), ya adelantó que no se pretende abrir “una causa universal”, sino que se fijarán “límites razonables”. Así, el PP no prevé ni por asomo que comparezca Mariano Rajoy. Y eso que Gabriel Rufián (ERC) aseguró que le parecería muy oportuno: “Nos cuesta creer que no supiera nada”. Sergi Miquel (PDECat) también esgrimió los nombres de Jorge Moragas y Alicia Sánchez-Camacho, queriendo remontar el origen de la investigación a aquella polémica
El presidente de la comisión, del PNV, advierte que no se pretende abrir una “causa universal”
comida en La Camarga del 2010. Y Xavier Domènech (En Comú) animó a desentrañar lo que calificó del “Watergate español”. No obstante, el PSOE, que también prefiere centrar el tiro y delimitar bien el alcance de la investigación, descarta que deba comparecer el antecesor de Fernández Díaz, Alfredo Pérez Rubalcaba, y quiere que la comisión sirva para depurar responsabilidades políticas y no se convierta en “un espectáculo”.