Ave, Messi
El crack se desentendió de la celebración para compartir su éxtasis con un público que le sostuvo como un castell a su enxaneta
Hay fotografías capaces de cambiar el rumbo como la niña del napalm en Vietnam, el hombre del tanque de Tiananmen, o el niño sudanés y el buitre. En la era del exceso de imágenes es muy difícil que una instantánea rivalice con un vídeo. Debe condensar mucha información y tocar la fibra. Se trata dar con la tecla al hacer click .Lo consiguió Santi Garcés con una fotografía de Leo Messi que simboliza la remontada del Barça al PSG. Fue portada de La Nación en Argentina y más de 55 millones de personas la habían visto en las redes sociales del Barça (Instagran, Twitter y Facebook) hasta ayer a las 19 horas.
Con el brazo derecho en alto y el puño cerrado, la mirada al frente y el brazalete de la senyera, Messi se dirige al Camp Nou como si fuese el Che Guevara tras el sexto y decisivo gol. El argentino se subió a una valla de publicidad dinámica de detrás de la portería y el público saltó a celebrarlo con él como si fuese Khaleesi después de liberar Yunkai en Juego de tronos. “Con esfuerzo, actitud y ganas, no hay nada imposible. Impresionante el equipo y la afición”, escribió Leo en las redes recalcando la palabra nada.
No es la única semblanza. Por la perspectiva de las manos rodándole y la postura del diez también parece que la afición le aúpe y lo levante como en un castell y que el crack sea el enxaneta. Ver a Leo entre la masa, retrotrajo a dos imágenes de Pelé y Maradona a hombros dando la vuelta de honor después de ga- nar los Mundiales de 1970 y 1986.
Aquellas dos imágenes fueron tomadas en el Estadio Azteca y el miércoles tuvo que ser un mexicano del DF quien captó el momento. “Fue una locura total. Se alinearon los astros. Lo que me pasó fue increíble. Tuve la misma suerte que Sergi Roberto”, explica a La Vanguardia Santi Garcés, fotógrafo colaborador del club blaugrana.
No es sólo que interviniese el azar, es que todo empezó con una mala noticia. “Me tocó colocarme en una posición que a los fotógrafos no nos gusta en los partidos de Champions porque el juez de área nos tapa, nos molesta y se nos cuela en muchas instantáneas”, revela. Pero enseguida le dio la vuelta al calcetín. “Pensé que podría hacer algo con la gente, que si se daba la remontada allí se verían escenas de emoción”. Y acertó.
“No sabía ni quién había marcado pero me fui a por Messi”, revela Garcés, de 41 años. El crack desencadenado como nunca se le había visto, se desentendió del resto que fueron al córner a celebrarlo con Sergi Roberto y se fue a la grada.
Allí estuvo 20 segundos, golpeándose el escudo. “Tuvo tres momentos. El de euforia, otro de inestabilidad en el que casi se cae y un último en que levanta el puño”, rememora Garcés, que tras los abrazos rápidamente se dio cuenta de que tenía una gran foto.
Muchas veces ha sido el argentino el que ha llevado en volandas al Barcelona hacia el éxito. El miércoles no fue del todo así. Messi marcó, de penalti, el 3-0 que acercaba la gesta. Pero el diez fue de los que peor encajó el 3-1 de Cavani. Le hizo mucho daño. Entonces fueron el equipo y la afición quienes le rescataron. Así que la imagen es más que la fotografía de la remontada. Es el resumen de una década. Congeló el ciclo triunfal del Barça. Leo ha sido el hilo conductor con Rijkaard, con Guardiola, con Tito y Luis Enrique. Es el líder y el icono. Ave, Messi.
“Tuve la suerte de Sergi Roberto”, dice el autor de una foto que ya han visto 55 millones de personas