Balones a Neymar
El brasileño confirma su ascensión: “Es el mejor partido en el que he jugado nunca”
Messi le cedió el testigo y Neymar aceptó el reto con personalidad. Porque si algo le sobra es eso. Ya pueden decir que se tira. Ya pueden vociferar que provoca. Ya se le pueden echar en cara adornos técnicos. Pero él ni se esconde ni sabe hacerlo. Porque con la pelota en los pies sabe que él es el protagonista y da la cara. No quedaba casi tiempo y la fe se resquebrajaba pero el brasileño siguió creyendo para erigirse en uno de los nombres propios de la megarremontada. No lo dudó. Estaba loco por brillar en este partido desde hacía días. Cogió el balón con decisión para transformar el cuarto gol con un certero tiro de falta. Con la misma seguridad y determinación
Lo vivió como nadie, disfrutó como pocos y lo celebró con el cantante Thiaguinho y con Lewis Hamilton
agarró el esférico para engañar a Trapp en el penalti. Con electricidad pero también con serenidad, como cuando le dio pausa a la jugada del sexto gol para asistir a Sergi Roberto. Fueron siete minutos majestuosos. Sus siete minutos. Siete minutos que adelantaron el futuro del Barcelona hacia el presente y que hicieron posible lo que parecía impensable, que el conjunto blaugrana escribiera una historia maravillosa sin tener a Leo Messi en el papel de actor principal.
“Es el mejor partido en el que he jugado nunca por la historia, por los goles y el nivel de los equipos, que son muy fuertes. Esta victoria es como ganar una final. Si jugamos con esta fe es muy difícil parar al Barça. Lo pasamos muy mal tras el partido de París y poco a poco fuimos volviendo a ser lo que habíamos sido. Ya estábamos fuera. Ya lo habíamos perdido en la ida. Por eso jugamos sin ninguna responsabilidad ni presión”, analizó el brasileño que, en Bein Sports, sentenció: “Messi renovará, esto es seguro”.
Neymar, que también forzó el penalti del tercer tanto, sufrió ocho faltas, probó seis veces el chut, recuperó 11 balones, entre ellos tres tirándose al suelo, y fue una pesadilla para el lateral Meunier ya que intervino en noventa ocasiones.
Su caballo de batalla esta temporada era el acierto realizador pero lo ha recuperado con cuatro goles en los últimos tres partidos. Una excelente noticia para el equipo y para él. Había prometido a sus más íntimos que marcaría un doblete ante el PSG y cumplió con su promesa basada en otro de sus axiomas de los últimos días: “Tenemos un 1% de posibilidades pero un 99% de fe”. En Berlín en el 2015 logró el tercer tanto, el de la tranquilidad. En la final de la Copa 2016 hizo el segundo, el de la sentencia. Pero el miércoles fue el líder, la catapulta del equipo, el pal de paller.
Llegó al Camp Nou de manera estridente, con un pañuelo en el cabello a modo de diadema y se marchó igual, como una estrella. Aún tuvo tiempo de colgar en Instagram (él y su entorno son unos magos de las redes sociales) una fotografía en la que se puede ver a los futbolistas del PSG Rabiot, haciendo un cuatro con los dedos de una mano, y Kurzawa, dibujando el signo de la victoria. Es una imagen del 14 de febrero, tras el 4-0. Neymar añadió el mensaje: 4+2=6. La jocosa referencia a la goleada era clara. Ayer cambió su fotografía de perfil y se le puede ver mandando callar.
Después llegó la hora de la fiesta. No sólo Piqué, que regresó al césped a medianoche con sus padres, con Shakira y con sus hijos, celebró la victoria. También disfrutaron de la madrugada Neymar y Umtiti. El brasileño acudió con amigos y familiares a un local de la zona del puerto, donde también compartió alegría con el piloto de fórmula 1 Lewis Hamilton y con el cantante Thiaguinho, que está pasando unos días de vacaciones y que el día del partido por la mañana improvisó un dueto musical con Neymar al piano en la casa del delantero.
La canción que escogieron fue All I need de John Legend. Pero para para legend, Neymar.