Una victoria plácida
El Barça inicia cuatro desplazamientos seguidos, dos a Madrid
Colindante con el Camp Nou, los inquilinos del Palau Blaugrana necesitan que las energías positivas que se viven en el fútbol lleguen también al baloncesto. Pero no será sencillo que esto suceda. Mientras el equipo de fútbol saborea un éxito sin precedentes, el baloncesto vive inmerso en sus nervios, sus constantes dudas en una temporada que se está haciendo muy larga.
La reacción de los jugadores del Barcelona Lassa al inolvidable partido del miércoles fue numerosa en las redes sociales. “Estoy en el balcón viendo cómo la gente se vuelve loca en las ventanas. Esto es amor”, tuiteó Renfroe, mientras que Koponen reconocía que “había sido uno de los mejores partidos de la historia” y Doellman y Vezenkov colgaban un vídeo desde las gradas del campo barcelonista. Todos lo habían visto, todos se habían emocionado. Georgios Bartzokas estuvo en el palco y sus jugadores demostraron que estaban al corriente de la proeza. Aunque no todas, las buenas vibraciones llegaron al equipo blaugrana, que al menos sí superó claramente a uno de los rivales más débiles de la competición, al que además le faltaba Langford, su referencia ofensiva, el escolta que lidera la lista de anotadores de la Euroliga.
El periódico inglés The Guardian reproducía ayer unas palabras de Neymar después de la debacle del Barça en París en el análisis de lo vivido la noche anterior. “Siempre y cuando haya un 1% de posibilidades, tendremos un 99% de fe”, dijo el delantero brasileño. El Barça Lassa se encuentra en una situación muy similar, con la clasificación para el playoff pendiente de un hilo, que se puede romper en cualquier momento cuando faltan tan sólo cinco jornadas.
A la espera de mejores tiempos, el público se dedicó a animar y aplaudir los aciertos de sus jugadores, el primero un triple de Oleson en los primeros segundos. El Barça Lassa salió bien y en el minuto 3 ya vencía por 10-3 con 7 puntos de Perperoglou, una buena noticia porque al griego, afectado por las lesiones, se le ha visto poco desde hace tiempo. Los puntos de Tomic (6 en 10 minutos) permitieron que la ventaja se mantuviera (19-13, 31-24), pero el conjunto de Kazan la fue reduciendo con un juego tan sencillo como efectivo liderado por un andorrano, Quino Colom, que en el 2015 aceptó la oferta del Unics y cerró su etapa española. En el descanso, 36-34.
Bartzokas repitió el bloque inicial en la reanudación, pero un triple de Andusic significó la primera ventaja visitante (38-39), ampliada luego al 38-41. Los Dracs seguían animando y no había sensación de peligro en un Palau acostumbrado a todo. Un parcial de 9-0 le dio la vuelta a la situación en los mejores minutos de Claver, que anotó 8 puntos casi seguidos. Fue precisamente un triple suyo el que colocó el 53-44. El duelo había dado el giro definitivo en un tercer cuarto con sólo diez puntos visitantes, cerrado con el 55-44.
Ya no hubo más sustos para la sufrida afición azulgrana, que ahora perderá de vista a su equipo durante unos días. En efecto, el Barcelona Lassa inicia el domingo en Madrid una racha de cuatro desplazamientos consecutivos en los que está obligado a mejorar su imagen aunque en la Euroliga ya no tenga nada que hacer. Dos de ellos serán ante el eterno rival, un Real Madrid que aspira al trofeo continental, pero que ha perdido tres encuentros seguidos en la ACB. Y de todos ellos, los más importantes son, sin duda, los de la Liga Endesa, donde tampoco este Barça puede despistarse más.
El griego logró 7 puntos en los primeros tres minutos y el valenciano anotó 8 en el tercer cuarto Keith Langford, el mejor anotador de la Euroliga, no jugó ayer con el Unics Kazan