Barcelona prepara normas contra los excesos del turismo
El Ayuntamiento empieza a trabajar en la reforma de la ordenanza del civismo
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau quiere dejar de poner multas a quienes lo pasan mal, y apretar un poco más las clavijas a quienes se lo pasan demasiado bien. Los comunes arrancaron ayer el proceso de reforma de la ordenanza de civismo y comunicaron sus intenciones al resto de formaciones políticas. Los servicios jurídicos del Ayuntamiento ya estudian la posibilidad de que la norma destinada a garantizar la armonía entre todos los que viven en la ciudad contemple los ruidos que generan los apartamentos turísticos, las molestias que produzan cen las despedidas de soltero, los incordios que despiertan las rutas de borrachera con guía incluido... Y que el remozado texto también se refiera a la humillación de los más necesitados, a algunos delitos de odio. La creciente aporofobia, la agresión a un indigente que dormía en un cajero automático y la burla de un youtuber que regaló galletas rellenas de pasta de dientes a un mendigo son episodios que preocupan cada vez más al Consistorio.
Además, en el horizonte se dibuja la despenalización de la práctica de la prostitución en el espacio público, el definitivo fin de las multas a las personas que duermen en cualquier sitio, otro trato para los vendedores ambulantes de latas de cerveza... Según manifestó el gobierno municipalmás de una vez, no son ellos quienes más perturban la convivencia. En el 2006 se impusieron 2.049 sanciones por ofrecer servicios sexuales en la vía pública. Y en el 2016 se tramitaron 177. Fue el año en que menos multas se pusieron por este motivo desde la entrada en vigor de la ordenanza. La presión sobre los lateros no disminuye, pero apenas se cobran sus sanciones.
En cualquier caso, subrayó ayer el teniente de alcalde de Derechos de la Ciudadanía, Jaume Asens, el proceso acaba de comenzar. Ni el propio Consistorio tiene claro cómo pretende materializar sus anhelos de cambio. Además, sus concejales comien- a ser conscientes de las repercusiones que pueden tener sus declaraciones de cara a futuras negociaciones. Ahora prefieren destacar que todo está aún en estudio. La profundidad de esta reforma dependerá en buena medida de la disposición de los grupos de la oposición.
El teniente de alcalde Asens dio ayer a conocer un informe principalmente de carácter cualitativo de dos docentes de la Universitat de Barcelona (UB) que de un modo muy oportuno y contundente justifica una reforma en profundidad de la norma. Porque, tal y como concluye este análisis, la vi-
BComú inicia ahora las negociaciones con el resto de los grupos políticos El Ayuntamiento entiende que la actual norma es injusta, ineficaz y arbitraria
gente ordenanza de civismo es injusta, no cumple sus objetivos, es un desastre técnico que genera tanta inseguridad jurídica que aleja a la gente de las instituciones... El estudio de los investigadores de la UB detalla que el Ayuntamiento no pudo cobrar la mayor parte de las sanciones interpuestas durante los últimos años. También destaca que la mayoría de las denuncias se efectuaron por la noche en el distrito de Ciutat Vella, que los principales motivos fueron la venta ambulante de latas de cervezas, el consumo del alcohol en la calle y las micciones en las esquinas. Es decir, asegura este análisis, lo único que está haciendo la actual ordenanza de civismo es regular un aspecto del ocio nocturno low cost en el centro de la ciudad. Sus efectos en muchas otras partes de Barcelona apenas se notan. Además, prosigue el estudio, lo hace de un modo que puede tacharse de excesivamente arbitrario, dado que la norma deja demasiados aspectos en el aire, demasiadas cuestiones en manos de la interpretación que puedan hacer los agentes de la Guardia Urbana. Según los docentes, las últimas cifras referentes a actuaciones sobre personas que practican la prostitución y que carecen de recursos no son cuantitativamente hablando muy llamativas, pero producen importantes perjuicios en los afectados, incluso en su salud mental. Además, añadieron, generan dinámicas ciudadanas que minan la solidaridad. “Es necesario cambiar el foco: proteger a los vulnerables y sancionar las conductas relacionadas con el ocio”, sostienen los investigadores. Sí, el discurso del estudio incurre en alguna contradicción. El propio Asens entregó este informe al resto de grupos políticos ayer por la tarde.
En realidad ninguno de los argumentos ahora esgrimidos contra la ordenanza de civismo es nuevo. Constituyen el discurso de quienes desde hace años se oponen a esta norma. Una de las promesas electorales más insistentes de Colau, y también del propio Asens, durante la última campaña fue la reforma de esta ordenanza. Este estudio asegura que la ordenanza se redactó atendiendo a una realidad social muy diferente de la actual. Según los barómetros municipales, entonces, a mediados de la década pasada, la gente se mostraba especialmente preocupada por la inseguridad ciudadana, la creciente llegada de inmigrantes y la limpieza de las calles y las plazas. En la actualidad, en cambio, destacó Asens, a la ciudadanía le quita el sueño el desempleo, la precariedad laboral, la consecuencias de la masificación turística...
“Hay que cambiar el foco: proteger a los vulnerables y sancionar el ocio” Esta reforma fue una de las promesas electorales más insistentes de Colau