Vicenç Martínez Ibáñez
GERENTE DE VALL D’HEBRON
Vall d’Hebron, el conjunto sanitario más potente de Catalunya y en los primeros puestos europeos en algunas especialidades y en investigación, tiene planes y presupuesto para mejorar su destartalada estructura.
Cinco estudios de arquitectura darán ideas para reordenar el caos del recinto La vieja ciudad sanitaria dejará de ser una gran barrera entre Montbau y Sant Genís Nuevas urgencias de traumatología, un helipuerto y más habitaciones individuales
Con el apoyo presencial del vicepresidente del Govern Oriol Junqueras, el conseller de Salut, Antoni Comín, presentó ayer en
streaming para todo el Vall d’Hebron su compromiso de inversiones en una estructura que ha ido creciendo a salto de mata y en la que quienes la utilizan creen que ya no pueden seguir así. “Hay una distancia inaceptable entre el nivel de investigación y asistencia y la percepción social de lo que es el hospital. Vall d’Hebron no puede ser ejemplo de barraquismo hospitalario”, les reconoció el conseller. No es una exageración: Son 5.000 m2 de construcciones provisionales desperdigados por todo el recinto.
El plan incluye, para empezar, un nuevo edificio singular para el instituto de investigación (VHIR) que ahora anda disperso por varias construcciones más o menos provisionales. Los primeros 5.000 m2 cuadrados se pagarán con fondos europeos Feder, 15 millones, y el proyecto se adjudicará en mayo.
El segundo objetivo será un edificio para las consultas externas, hoy repartidas entre los bajos de un anexo y varios barracones que dan la bienvenida al recinto y que, además de su aspecto poco ligado a una medicina excelente, “empiezan a dar problemas de suelos; no estaban pensados ni preparados para tanta gente durante tanto tiempo”, comentan los profesionales. Este proyecto está pendiente del Ayuntamiento de Barcelona. Hace años se pensó en levantar las consultas al otro lado de la ronda, pero el proyecto se descartó y ahora hay una comisión conjunta para pensarlo. Deberá encontrarse en los próximos meses una solución para llevar a ese espacio nuevo 210 consultas, 90 gabinetes, 120 plazas de hospital de día (para quimioterapia, por ejemplo) y 16 espacios de diagnóstico por imagen. En él se invertirán 60 millones del presupuesto de Salut de los próximos cuatro años.
La decisión tendrá en cuenta, probablemente, la tercera parte de este plan, que consiste en abrir el recinto y rediseñarlo de manera que haya zonas verdes para los vecinos, que sea posible circular por dentro y que Vall d’Hebron deje de ser un enorme obstáculo entre Montbau y Sant Genís. Las obras del nuevo VHIR se encargarán a uno de los cinco equipos de arquitectos que han quedado finalistas y que además harán propuestas para arreglar con coherencia el recinto (20 millones). Los estudios de arquitectura que participan tienen nombres como Moneo, Llinàs, Martínez de la Peña, Carme Pinós o Jordi Badia.
En ese encuentro de ideas también se tendrán en cuenta las mejoras de los tres grandes hospitales de Vall d’Hebron. Por ejemplo, habrá que pensar cómo resolver las urgencias de traumatología, “que siguen siendo las mismas de cuando yo empecé a estudiar en Vall d’Hebron”, reconoció el gerente del centro, el cirujano Vicenç Martínez Ibáñez. Ahora tienen un acceso muy difícil por lo que en el hospital esperan ideas para quizá entrar por otro lado, para construirlas bajo tierra y dejarlas al mismo nivel que las del hospital General. También hay que hacer un helipuerto más útil (ahora está al otro lado de la ronda). Y más habitaciones individuales en el hospital General, así como nuevas consultas en el materno-infantil: 27 millones en total.
“No nos queremos comprometer a nada que no podamos cumplir, quizá por una especie de moral republicana. Partimos de la hipótesis más conservadora con presupuestos que no crecerán en el futuro”, concluyó Comín.