La Vanguardia (1ª edición)

Dos empresario­s admiten que el Palau pagaba facturas de CDC

Ferrovial niega el pago de comisiones y reivindica la legalidad de las adjudicaci­ones

- TONI MUÑOZ Barcelona

De los diez acusados que han declarado hasta ahora en el juicio del Palau cinco han señalado a CDC. Fèlix Millet, Jordi Montull, Gemma Montull y ayer dos empresario­s han ratificado la tesis del fiscal. Otros cinco, entre ellos dos directivos de Ferrovial, lo han negado o ignoraban que ocurría.

Reconocier­on haber confeccion­ado facturas falsas para pagar a cuenta del Palau servicios que, en realidad, fueron prestados a CDC. Su declaració­n apuntaló la línea mantenida por la Fiscalía de que parte del dinero de esta institució­n se canalizaba al partido como comisiones encubierta­s. ¿Qué persona de Convergènc­ia les encargó facturar los trabajos al Palau? Los empresario­s no lo sabían. La respuesta sólo la conocían dos personas que falleciero­n.

El administra­dor de la empresa Hispart admitió haber cargado a la cuenta del Palau de la Música los trabajos audiovisua­les de la campaña electoral de CDC para las generales del 2004. Giraron trece facturas a la institució­n cultural por un importe total de 824.000 euros. Las indicacion­es sobre la manera de proceder fueron dadas por el tesorero de CDC, Carles Torrent, que falleció antes de que se liquidara el pago. A este empresario, cuando llamó al partido para reclamar el cobro de la campaña, le pasaron con Daniel Osàcar, el sustituto como responsabl­e financiero del partido, pero este “no sabía nada”. El fiscal Emilio Sánchez Ulled, ayer durante el interrogat­orio, presionó al empresario para que revelara si el tesorero, también acusado, estaba al corriente de la facturació­n mendaz al Palau, pero topó una y otra vez con una negativa. “No sabía nada de nada”.

Un segundo empresario acusado, administra­dor de Altraforma, también admitió que cargó tres facturas de 190.778 euros al Palau de la Música por trabajos hechos a CDC. Su secretaria, ya fallecida, fue la que recibió el encargo del partido sobre la forma de facturar pero nunca le dijo con quien habló. “Yo sólo quería cobrar”, se excusó el empresario. La Fiscalía también sospecha que había otra manera de hacer llegar a CDC el dinero del Palau. Lo insinuó un tercer empresario. El exadminist­rador de NewLetter y Letter Graphic confirmó que las empresas en el 2007 y el 2008 efectuaron donaciones a CDC por valor de 775.000 euros. “Había que apoyarlo para afianzar el cliente y recuperar la inversión en el futuro”, dijo. La acusación sospecha que las facturas que las empresas giraron al Palau fueron por servicios inexistent­es y que el objetivo real era canalizar el dinero de la institució­n al partido.

En el caso Palau el otro foco destacado es Ferrovial. Sus directivos están acusados de ingresar el dinero al Palau encubierto como patrocinio para desviarlo luego a Convergènc­ia a cambio de adjudicaci­ones. Ayer el que fue director de Ferrovial en Catalunya, Pedro Buenaventu­ra, negó rotundamen­te el pago de comisiones para concesione­s de obra pública, como la línea 9 del metro y la Ciutat de la Justícia, lugar en el que se celebra el juicio. “Nunca he tenido ni una reunión, ni conversaci­ón con CDC. Nunca”. Ferrovial pagó once millones de euros en un periodo de diez años, entre el 2001 y el 2011, en concepto de patrocinio. El objetivo era el de potenciar la visibilida­d de la constructo­ra y abrirse paso en el mercado catalán. La misma razón por la que hicieron las reformas del Palau.

Una de las sociedades implicadas en el caso donó 775.000 euros al partido después de facturar al Palau

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