Decide la etapa reina
La París-Niza se juega hoy en una subida final de 15,7 kilómetros
El británico Simon Yates, del Orica, fue el más fuerte en la primera cita montañesa de la París-Niza, una etapa de casi doscientos kilómetros con un puerto de primera de salida y dos más en la parte final, antes de escalar hasta la meta de Fayence, uno de los idílicos pueblos en altura del país provenzal. Yates, 24 años, campeón del mundo de puntuación en pista el año 2013, lanzó su ataque poco antes de la cumbre del último puerto de primera (a 19 km de la meta) y nadie pudo seguirlo. “Tenía un poco de carta blanca porque me encontraba lejos en la general. Pensaba que me seguiría alguien, pero me he visto solo...y he decidido ir a tope”, explicó.
Simon Yates es el jefe de filas del Orica en la París-Niza y su hermano gemelo, Adam, lo será en la Volta a Catalunya. Con la ventaja de ayer en la meta, medio minuto sobre el líder Julian Alaphilippe, se ha situado en el octavo lugar de la general, pero todavía lejos del maillot amarillo: a un minuto y 37 segue gundos. Yates mostró su fortaleza y el colombiano Sergio Luis Henao sacó las garras y se exhibió como buen candidato al liderato hoy. Henao, de 29 años, hombre fuerte del Sky en la carrera (también compite su primo, Sebastián), acabó segundo, con ventaja sobre el resto de aspirantes, y ahora es tercero de la general, a 46 segundos de Alaphilippe.
Del resto de la etapa vale la pena destacar el ataque de Alberto Contador, quizás demasiado lejos de la meta, pero que sirvió para comprobar como el madrileño del Trek si- siendo un rival temido porque rápidamente saltaron Sergio Henao y Dan Martin a su rueda. En el desenlace de la etapa Contador fue octavo, en un grupito con Jon Izagirre, Fuglsang, Zakarin y Gallopin. “He querido mover la carrera de lejos, pero el puerto no era lo bastante duro y he pensado que era mejor dejarlo correr. Después, en el muro final, me ha faltado chispa, las sensaciones no eran buenas. A ver cómo vamos mañana” (por hoy), explicó Contador.
La carrera francesa disputa hoy la etapa reina, un recorrido de 177 kilómetros desde Niza hasta el alto de la Couillole, un puerto largo (15,7 km), duro (desnivel medio del 7,1%) y que culmina a 1.678 metros, el punto más alto que nunca haya subido la carrera en 75 años de historia. “A ver cómo responden las piernas –dice Contador–, “pero es una etapa mucho más dura. ¿El puerto final? No lo conozco muy bien, no. Una etapa difícil, sin duda”. Justo antes se tendrá que superar otro puerto de primera, el alto de Saint Martin.
PRIMER TEST MONTAÑOSO Simon Yates se impone en el duro final de Fayence, uno de los idílicos pueblos en altura del país provenzal ALBERTO CONTADOR “Quise mover la carrera de lejos, pero el puerto no era lo bastante duro, y al final me faltó chispa”