EL 6-1 DEL 57
En estos días en que la palabra historia vuelve a protagonizar los titulares de la prensa deportiva, hay que recordar que fue en 1957, en septiembre se cumplirán 60 años, cuando se inauguró el estadio del Camp Nou, que tantas alegrías ha dado al barcelonismo. Y esa historia nos depara una coincidencia mayúscula después de lo ocurrido en esta semana grande del club, pues resulta que el primer partido oficial que disputó el FC Barcelona en el Camp Nou, el 6 de octubre de 1957 contra el Real Jaén, se saldó con un resultado idéntico al del pasado miércoles contra el PSG: 6-1 a favor del Barça. Era la cuarta jornada de Liga y los tantos culés fueron conseguidos por Villaverde, Tejada, Kubala y un triplete de Eulogio Martínez, el delantero paraguayo que había sido fichado del Libertad de Asunción y que en ese día señalado brilló como estrella al marcar todas sus dianas durante la segunda parte. La afición se entregó con devoción a él, y eso que en aquella alineación figuraban nombres de peso como Basora o el propio Kubala, entre otros. A lo largo de esas y otras goleadas, el socio acabaría por darle el apelativo de Abrelatas, por su facilidad para reventar las defensas dispuestas por los adversarios. Fue el 57 un año pródigo en hazañas protagonizadas por deportistas latinoamericanos, como el argentino Juan Manuel Fangio, que marcó también su particular goleada, aunque él lo hacía subido a bordo de un monoplaza de fórmula 1. El rey del motor consiguió esa temporada su quinto campeonato del mundo de la categoría reina, que era además el cuarto consecutivo. Un mareante récord (superado sólo mucho después por Michael Schumacher). Los éxitos de Fangio llevarían a su más directo rival, el británico Stirling Moss, a reconocerle como el mejor corredor de la historia. El secreto lo resumió el Maestro –que ese era su apodo– en una memorable lección: “Siempre pensé que yo formaba parte del auto, como la biela y el pistón”.
Fangio se impuso con autoridad logrando la primera plaza en cuatro grandes premios, uno de ellos en el diabólico y glamouroso circuito de Mónaco, principado que por entonces estaba de enhorabuena ya que, un año después de la boda de Rainiero con la actriz Grace Kelly, nacía la primogénita de la pareja, la princesa Carolina, destinada también a batir récords, aunque en su caso en las páginas de las revistas del corazón.
Histórico asimismo fue que el Tour de Francia llegase ese año por primera vez a Barcelona. Resultó una estancia muy completa la de la troupe de la serpiente multicolor, pues no sólo gozó Barcelona de un final de etapa, proveniente de Perpiñán, sino que también acogió una emocionante contrarreloj en el Circuito de Montjuïc. Se la llevó el francés Jacques Anquetil, que luego iba a lograr imponerse también en la clasificación general. Era su primer Tour y con él empezaba otra trayectoria de récord (lo ganó cinco veces).
La cosecha deportiva del 57 quedará en el recuerdo.