La Vanguardia (1ª edición)

Sal contra el empleo

El comité de empresa mete presión a la Generalita­t para que busque una salida

- EDUARDO MAGALLÓN Barcelona

Los trabajador­es de las minas de Sallent y Súria piden una moratoria en la acumulació­n de sal para que sus puestos de trabajo no peligren.

El comité de empresa de Iberpotash de las minas de Sallent y Súria pidió ayer públicamen­te que se siga acumulando sal en las instalacio­nes aunque una sentencia judicial lo prohíba a partir del 1 de julio próximo. La declaració­n conjunta de los trabajador­es mete presión a la Generalita­t porque es la única que podría “reinterpre­tar” el fallo judicial contra Iberpotash, que está controlada por la compañía israelí ICL. Entre directos e indirectos, Iberpotash da empleo a más de 5.000 trabajador­es.

El origen del problema está en el retraso de 18 meses que acumulan las obras de acondicion­amiento de la mina de Súria que está llevando a cabo Iberpotash. Fue la antigua dirección de Iberpotash –que ahora ha sido cesada– la que fijó ante el tribunal la fecha del 1 de julio como el momento en el que podría dejar de abocarse sal a la montaña de El Cogulló, junto a la mina de Sallent. La sal es el residuo que queda cuando de extrae la potasa del subsuelo. Y aunque una parte está empezando a reaprovech­arse para usos industrial­es, la mayor parte se acumula en una gigantesca montaña. El problema es que esa sal se filtra y contamina el agua del subsuelo.

El comunicado conjunto emitido ayer por parte de los comités de empresa de las dos plantas se hizo público el mismo día en el que los representa­ntes del sindicato CGT en Iberpotash, junto con la diputada de la CUP Ana Gabriel, llevaron a cabo una rueda de prensa en la calle ante la Generalita­t de Catalunya, en Barcelona. Rubén Noe, delegado de CGT en Iberpotash, señaló ayer que se habían enterado del comunicado conjunto al acabar la rueda de prensa pero que compartían los objetivos con el resto de la plantilla.

En la nota del comité de empresa, los trabajador­es, pese a recordar que “las sentencias judiciales están para cumplirse”, piden “una moratoria en el tiempo que permita una transición pacífica y sin coste social no laboral”. Sólo la Administra­ción puede facilitar esa moratoria, con lo que la presión sobre la Generalita­t y el resto de administra­ciones locales implicadas ahora mismo es máxima. Ayer, en el transcurso del acto organizado por la CGT en Barcelona, la diputada de la CUP Anna Gabriel dijo que “la responsabi­lidad está en manos del Govern y son ellos los que tienen que trabajar para mantener todos y cada uno de los puestos de trabajo”, informa la ACN.

Aunque por ahora no ha trascendid­o cuáles son las ofertas que hace la empresa, lo cierto es que existen alternativ­as que podría poner en marcha Iberpotash para poder superar el periodo de casi dos años que falta para que la planta de Súria esté preparada para asumir la producción de Sallent. Iberpotash sostiene que necesita mantener una producción de 1 millón de toneladas al año para ser competitiv­a. Las alternativ­as por parte de la empresa podrían ser la de cesar parcialmen­te la producción de Sallent y mantener sólo la parte de extracción de potasa cuyo residuo de sal pueda ser acumulado fuera de El Cogulló. En ese escenario, que obviamente sería perjudicia­l económicam­ente para la empresa porque produciría menos del objetivos de 1 millón de toneladas, la parte de la plantilla sin trabajo por la reducción de la actividad podría entrar en un ERE (expediente de regulación de empleo) de carácter temporal mientras acaben las obras. Estas alternativ­as no están a día de hoy oficialmen­te encima de la mesa.

La empresa mantiene reuniones periódicas con el Govern de la Generalita­t en el marco de una comisión interdepar­tamental creada a tal efecto en la que participan representa­ntes de tres conselleri­es (Empresa, Territori y Presidènci­a) más la delegación del Govern de la Generalita­t.

Para hoy está prevista una reunión

La empresa por ahora evita concretar si podría aceptar una opción alternativ­a, como bajar la producción

entre la empresa y los sindicatos. Fuentes de la empresa aseguran que hay un acuerdo firmado con la plantilla en el año 2011, por el que Iberpotash se compromete a llevar a cabo la reestructu­ración de la actividad sin perjudicar a la plantilla.

Todo el proyecto inversor de Iberpotash para reordenar su actividad en Catalunya tenía un presupuest­o de unos 500 millones, de los que ya se han invertido 390 millones. Faltan otros 110 millones, junto con una partida de 145 adicionale­s para mejorar las plantas salineras. Precisamen­te, los compañías salineras rivales de Iberpotash están influyendo en la gestión del proceso con alegacione­s a todos los permisos que solicita la empresa. El temor que existe entre la plantilla es que la situación actual de inestabili­dad pudiera llevar a la multinacio­nal israelí a replantear­se el citado programa inversor.

 ?? INMA SAINZ DE BARANDA ?? El acto organizado ayer por CGT con la presencia de la diputada de la CUP Anna Gabriel, a la derecha
INMA SAINZ DE BARANDA El acto organizado ayer por CGT con la presencia de la diputada de la CUP Anna Gabriel, a la derecha

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