La coalición contra el EI bombardea a cientos de civiles en Mosul
Amnistía denuncia que se pidió a la población que permaneciera en sus casas
Las peores previsiones sobre la batalla de Mosul se están cumpliendo. La coalición internacional contra el Estado Islámico causó más de 250 muertos entre la población civil en bombardeos aéreos en el oeste de la ciudad los días 17 y 18 de marzo. El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Raad al Husein, contabiliza 307 civiles muertos y 273 heridos desde el 17 de marzo, mientras que Amnistía Internacional (AI) denuncia en un informe que “ataques desproporcionados e indiscriminados (...) pueden constituir crímenes de guerra”, y subraya que las autoridades iraquíes advirtieron a la población que permaneciera en casa.
Según la relatora de AI, Donatella Rovera, “los ataques aéreos de la coalición encabezada por EE.UU. han destruido casas enteras con familias dentro. El elevado número de víctimas civiles indica que las fuerzas de la coalición (...) no han tomado las adecuadas precauciones para prevenir la muerte de civiles, en flagrante violación de la ley humanitaria internacional”.
La matanza del barrio de Mosul Al Yadida o Nueva Mosul se conoció poco después, gracias a la defensa civil iraquí. Entre las víctimas se cuentan 26 miembros de una familia y 12 y 11 de otras dos, según testimonios recogidos por la oenegé Airwars, que lleva un registro de los bombardeos en Irak y Siria recogiendo y contrastando informaciones de fuentes diversas.
El 25 de marzo, el Mando Central de Estados Unidos (Centcom) reaccionó diciendo que “a petición de las Fuerzas de Seguridad Iraquíes, la Coalición golpeó a combatientes del EI y sus equipamientos el 17 de marzo en el oeste de Mosul en un lugar que se corresponde con las alegaciones de víctimas civiles”. Al día siguiente, el general Joseph Votel, jefe del Centcom, decía en otra nota: “Estamos investigando el incidente para determinar exactamente qué ocurrió y seguiremos tomando medidas extraordinarias para evitar dañar a los civiles”. Para entonces, la Organización Mundial de la Salud confirmaba la muerte de al menos 100 personas el día 17.
El Centcom no ha dicho qué aviones de qué nacionalidad llevaron a cabo el ataque. El alto mando iraquí declaró que no se hallaron signos de que el edificio destruido “al cien por cien” hubiera sido blanco de un bombardeo, pero admitía que ese día se solicitó un ataque aéreo. De hecho, la coalición informó de cuatro ataques entre el 16 y el 17 y otros cuatro entre el 17 y el 18. En los primeros se mencionó “un edificio en manos del EI”. Testimonios recogidos por Reuters hablaban de un camión del Estado Islámico con explosivos cerca de las viviendas. El mando iraquí responsabilizó al EI y cerró el acceso a la prensa.
No es la primera vez. La coalición reconoció muertes de civiles los días 11 y 12 de enero, en el barrio de Maliyah y en Al Yadida, mencionando la destrucción de tres edificios. Pero sus datos están muy lejos de los que manejan las oenegés. Hasta el 4 de marzo sólo reconocía 220 civiles muertos en Irak y Siria desde mediados del 2014, mientras que el colectivo periodístico Airwars, con base en Londres, calcula al menos 2.715 en este tiempo, con un millar únicamente este marzo. Airwars señala que el número de víctimas civiles causadas por la coalición supera el de la aviación siria y la rusa.
Testimonios recogidos por Amnistía y por Al Yazira revelan el empleo de aviones para abatir a un solo francotirador del tejado de un edificio. Pero no se trata únicamente de ataques aéreos, sino también del uso de artillería pesada en Mosul oeste, donde permanecen 600.000 personas, según la ONU, 400.000 en la ciudad vieja. Las autoridades iraquíes dicen en cambio que se usan “bombas inteligentes”.
Mosul Eye, que es el nombre de guerra de un profesor de historia, autor de un blog con el que ha denunciando la opresión yihadista en su ciudad, comunicó ayer que el marido de su prima y sus dos hijos habían muerto por morteros de las fuerzas iraquíes. Mosul Eye, que estaba exultante al inicio de la batalla, avisaba el 14 de marzo a decenas de miles de seguidores en las redes sociales de que había “muchas familias atrapadas en sus casas en Al Yadida, Al Amil y Al Risala”. Y el día 25, advertía: “Policía Federal Iraquí, dejad de bombardear Zanjili, estáis matando civiles”. La Policía Federal lleva el peso de la ofensiva en Mosul oeste. Amnistía subraya el uso de morteros en un entorno urbano “donde las calles sólo tienen unos metros de ancho” y “el margen de error y el radio de acción significan que muy probablemente causarán víctimas civiles”.
Testigos que lograron salir de la ciudad dijeron a AI que se habían quedado en sus casas siguiendo las indicaciones que les llegaron por la radio o en panfletos arrojados desde aviones. Para Donatella Rovera, “las fuerzas de la coalición deberían haber sabido que estos ataques iban a comportar un número significativo de víctimas civiles”.
Los testigos hablan de disparo de morteros y las autoridades iraquíes dicen que usan “bombas inteligentes”