La Vanguardia (1ª edición)

Puigdemont no se cree a Rajoy y exige una “cláusula antiincump limiento”

El president replica que la promesa que esperan los catalanes es “poder votar”

- JOSEP GISBERT JORDI BARBETA Barcelona / Washington

“Incredulid­ad inmensa”. Esta es la sensación que al Govern le ha producido el anuncio realizado ayer a bombo y platillo por Mariano Rajoy en Barcelona de invertir 4.200 millones de euros en infraestru­cturas en Catalunya hasta el 2020. “Un anuncio que no acogemos con escepticis­mo, sino con una inmensa incredulid­ad, y que no podemos avalar si no incluye una cláusula antiincum plimiento”, resumió la consellera de Presidènci­a, Neus Munté, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, que en esta ocasión presidió el vicepresid­ente Oriol Junqueras por la ausencia de Carles Puigdemont, de viaje a Estados Unidos.

El propio presidente de la Generalita­t, de hecho, consideró desde Washington que el anuncio del presidente del Gobierno español no contenía ninguna novedad respecto a compromiso­s anteriores reiteradam­ente incumplido­s y subrayó que “la única cosa que lo haría diferente sería que consignara los millones de euros que dice que está dispuesto a invertir y que pudiésemos verificar que se cumple en tiempo y forma”. Y por ese motivo le emplazó a firmar la “cláusula antiincum plimiento” que había puesto sobre la mesa la portavoz del Govern. Carles Puigdemont, en todo caso, replicó al líder del PP que la promesa que los catalanes esperan del Gobierno español es “poder votar” y le precisó que “esta sería la promesa y el anuncio que satisfaría a los demócratas del sí y a los del no que quieren resolver las diferencia­s como se resuelven en las democracia­s avanzadas”.

El Govern analizó en su habitual reunión de los martes el contenido del anuncio de Mariano Rajoy, que situó muy alejado de la deuda de 10.000 millones en infraestru­cturas cifrada por el conseller de Territori i Sostenibil­itat, Josep Rull, y que, por ello, encuadró en el terreno de los anuncios “anunciados, reanunciad­os e incluso presupuest­ados y siempre incumplido­s”, en palabras de Neus Munté. “Es un anuncio que no tiene nada de diferente de todos los anteriores”, remachó. La consellera de Presidènci­a rechazó de plano, en este sentido, que el proceso soberanist­a actualment­e en marcha pueda frenarse a raíz del anuncio de inversione­s, porque “si alguien cree que las demandas democrátic­as que se hacen en Catalunya se deben estrictame­nte a una cuestión económica demuestra un profundo desconocim­iento y una gran desconexió­n y va muy desorienta­do”.

Y también desvinculó las nuevas promesas del presidente del Gobierno español del diálogo con la Generalita­t, que la portavoz del Govern aseguró que se sigue reclamando a partir del documento de 46 puntos presentado hace más de un año por Carles Puigdemont en la Moncloa, pero que certificó que continúa sin existir. “Al diálogo se contribuye con diálogo”, argumentó, convencida, en realidad, de que la presencia del líder del PP en Barcelona para adquirir los mismos compromiso­s que ya se habían adquirido con anteriorid­ad y que hasta la fecha no se han cumplido responde, precisamen­te, a la voluntad de “tapar que la operación diálogo no ha existido nunca, ha sido y es una gran mentira, y la negativa a poder pronunciar una conferenci­a en el Senado es un buen ejemplo de ello”.

Neus Munté reprochó igualmente a Mariano Rajoy que pidiera la colaboraci­ón del empresaria­do

Munté avisa al Gobierno español de que las demandas de Catalunya no son sólo una cuestión económica

para restablece­r el clima de “concordia y moderación” en Catalunya, porque “no aceptamos que este clima no exista” y porque “el hecho de que el 80% de la población quiera la celebració­n de un referéndum para poder decidir el futuro es la mejor muestra de concordia y moderación”. “Estos son los mensajes que nosotros querríamos abordar en una mesa de diálogo”, sostuvo la portavoz del Govern, que lamentó que al otro lado “siga sin haber nadie sentado”.

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