Valencia acaba con el modelo Alzira, ejemplo de la privatización sanitaria
El Gobierno de Ximo Puig pone en marcha la restitución del hospital La Ribera
El denominado modelo Alzira de gestión de la sanidad valenciana empieza a ser historia. Es el formato que instauró el expresidente Eduardo Zaplana para entregar la gestión de los hospitales de propiedad pública a empresas privadas. Se denomina así porque el primero en activarse fue el hospital de La Ribera, en el año 2000, en la localidad de Alzira, donde atiende a 250.000 personas, pero el modelo se extendió a un total de cuatro departamentos que incluyen un millón de personas: el 20% de la atención sanitaria valenciana está bajo este régimen de concesión.
La Generalitat Valenciana, gobernada por el PSPV y Compromís y que preside el socialista Ximo Puig, ha decidido ahora recuperar para la gestión pública este hospital y ha remitido ya una carta a la empresa concesionaria anunciándole que su contrato caduca el 1 de abril del 2018. La empresa gestora, Ribera Salud, anunció ayer su intención de recurrir la decisión porque considera que no se han tenido en cuenta sus resultados y que sólo se trata de una decisión ideológica.
Se inicia así el proceso de desaparición del modelo, que afectará poco a poco al resto de las áreas sanitarias de la Comunidad Valenciana privatizadas. Durante estos meses que quedan, la Conselleria de Sanitat, según una resolución remitida también a la empresa concesionaria, tutelará la gestión del hospital y vigilará los protocolos para mantener la calidad asistencial. A partir del próximo 1 de abril, la empresa Ribera Salud no podrá tomar ninguna decisión importante sin la autorización de Sanitat, como nombramientos de directivos, compra de bienes, cambios en las condiciones laborales del personal, despidos o nuevas contrataciones. “Es el principio del fin de la privatización del PP”, según subrayaba ayer la consellera de Sanitat valenciana, Carmen Montón.
Además, la concesionaria deberá adaptar las aplicaciones informáticas que usa la sanidad pública para historiales clínicos de pacientes, la gestión de peticiones para pruebas de laboratorios y todo lo relativo a la atención primaria. Ribera Salud está obligada a remitir a la conselleria en los dos próximos meses toda la información sobre su cartera de servicios, su organigrama interno, personal contratado, salarios, inventario de inmuebles... El principal problema será incorporar los trabajadores al sistema público. La consellera ha garantizado que todos mantendrán sus puestos de trabajo.
El modelo Alzira supuso un giro radical del sistema de gestión de la sanidad pública valenciana. Esta privatización de la sanidad pública se extendió con Francisco Camps a otras comarcas y poblaciones como Manises, Elx y Torrevieja. Madrid y Castilla-La Mancha intentaron copiar este sistema, pero finalmente no se implantó fuera de Valencia.
En la Comunidad Valenciana, el 20% de la asistencia pública está concedida a empresas mercantiles