Estupefacción entre los descendientes de Maillol
La idea del FC Barcelona de conceder a Johan Cruyff el nombre de la calle dedicada actualmente a Arístides Maillol, donde radica la sede social del club, ha causado estupefacción entre los descendientes del escultor, que no han tenido ningún contacto con la entidad blaugrana ni con el Ayuntamiento de la ciudad, responsable en último término de la nomenclatura de las calles. “Es la primera vez en la vida que piden quitar el nombre de Maillol de una calle, lo normal es que en muchos lugares nos pidan ponerlo, porque es un honor”, explicó a La Vanguardia Yvon Berta Maillol, biznieto de la hermana del artista y directivo de la Foundation Aristide Maillol con sede en París. “Es como si yo tengo en Banyuls una calle que se llama Picasso. No la puedo cambiar por otro nombre por muy bueno que sea”, aduce. El escultor (1861-1944) nació y falleció en Banyuls de la Marenda, en la Catalunya francesa, donde el antiguo taller del escultor, en medio de las viñas, alberga un pequeño museo.
“Si el Ayuntamiento quiere cambiar el nombre, nosotros no podemos hacer nada, pero yo digo que es una pena quitar ese nombre”, señala el descendiente del escultor, pintor y grabador y recalca que su obra está presente en los mejores museos del mundo. Maillol se expresaba en su lengua materna, el catalán, en el ámbito familiar y visitaba con frecuencia a su hermano Rafael, que contrajo matrimonio con una catalana y trasladó su residencia al principado. “Todavía tenemos parientes en la Catalunya de abajo”, explica Berta, apasionado viticultor y custodio de la obra y la memoria de su antepasado.