El acusado de pornovenganza acude al juicio con 20 agentes
La juez aplaza la vista quince días por un trámite procesal
El juicio contra el subinspector de la Guardia Urbana que está acusado de difundir una foto sexual para vengarse de su exnovia tenía que haber empezado y acabado ayer. Sin embargo, se suspendió por razones procesales y se retomará el 15 de mayo.
El subinspector O.S, de 45 años, acudió al juicio arropado por una comitiva de veinte agentes de la Guardia Urbana, todos hombres y de paisano, que decidieron acompañarle. Es habitual que la camaradería entre policías empuje a los agentes a respaldar a un compañero haciendo acto de presencia en el juzgado cuando se enfrenta a una procedimiento. Suele pasar en situaciones en las que los policías en el ejercicio de sus funciones son acusados de mala praxis. Véase por ejemplo el caso Benítez.
Lo que no es tan habitual es ver a un grupo de policías acompañar a un superior que comparece como acusado por un conflicto sexual con otra agente del mismo cuerpo. Eso es lo que sucedió ayer. Algunos entraron junto al subinspector y otros se vieron directamente en el pasillo de la ciudad judicial. La víctima de la difusión de la fotografía, mientras tanto, aguardaba sola con su pareja en una sala anexa para prestar declaración durante la celebración del juicio. Un apuro por el que tendrá que volver a pasar cuando se retome la sesión.
Los agentes, pese a hacer acto de presencia, no entraron en la sala de vistas para seguir el transcurso de la sesión y esperaron en el pasillo a que se acabara. Cuando la vista se suspendió, esperaron al subinspector para saludarle y se marcharon. Por otro lado, también hubo agentes de la Guardia Urbana que asistieron al juicio porque estaban citados como testigos por la defensa del subinspector. Entre ellos, destacó la presencia de un intendente mayor del cuerpo policial que se avino a apoyar al acusado y a ratificar que siempre mantuvo una trayectoria ejemplar en sus funciones como policía. Se da la circunstancia de que éste es uno de los mandos superiores jerárquicos de la unidad a la que está adscrita la víctima de este caso.
Una de las líneas de defensa que pretendía seguir el abogado del subinspector era demostrar que el acusado ha tenido una trayectoria intachable en la Guardia Urbana. Con ese fin, aportó un informe para corroborarlo, pero fue desestimado por la juez al entender que “aquí no se juzga la trayectoria profesional del acusado, sino el hecho de un día concreto”, o sea, el envío de la fotografía.
La sesión y el arropamiento al subinspector por parte de la veintena de agentes fue presenciada in situ por Montserrat Pina, intendenta, miembro de la Comissió de la Dona de la Guardia Urbana y presidenta de la European Network of Policewomen (Red Europea de Mujeres Policías).
La juez también rechazó la inclusión de algunos testigos propuestos por el subinspector acusado ya que “nada tenían que ver con los hechos objeto de enjuiciamiento”. Por ejemplo, el testimonio de un agente que era conocedor del tipo de relación que mantenían el acusado y la afectada también fue desestimado.
El juicio es la tercera vez que se aplaza desde que en 2009 la mujer presentó denuncia. Primero fue por la incomparecencia de un testigo y luego porque un testigo estaba de baja.
Ayer, nueve años después de los hechos y ocho desde que la mujer se atrevió a presentar denuncia, la vista se volvió a suspender. El motivo fue debido a que el abogado defensor alegó que le producía indefensión el hecho de que el fiscal diera dos posibilidades para condenar los hechos. O se trataba de un delito contra la intimidad, como inicialmente planteó, o alternativamente, un delito contra la integridad moral. Es decir, el fiscal planteó la posibilidad de que si no se lo condena por un delito, pues que se le imponga otro. Este cambio debía “estudiarlo con detenimiento el abogado defensor”, que pidió la suspensión. La juez le concedió quince días para estudiarlo advirtiéndole de que “el juicio se podía celebrar hoy”.
A la vista asistió una intendente de la Guardia Urbana que es miembro de la Comissió de la Dona