La Vanguardia (1ª edición)

El profesor que coge el mando en la Casa Gran

LICENCIADO EN DERECHO E HIJO DE UN ABOGADO ASESINADO EN LA DICTADURA DE VIDELA, LA DEDICACIÓN POLÍTICA ES, EN EL CASO DE PISARELLO, UNA MARCA BIOGRÁFICA

- SILVIA HINOJOSA

Quizás porque es originario de una pequeña ciudad en el norte de Argentina, Gerardo Pisarello (Tucumán, 1970) se ha sentido siempre atraído por las grandes urbes, por el anonimato que estas proporcion­an y porque son lugares donde suceden muchas cosas. Aunque la privacidad ya no es una opción, en su caso, especialme­nte desde este miércoles, cuando asumió la alcaldía de Barcelona por la maternidad de Ada Colau. Pisarello, que en los próximos meses –mientras dure el permiso maternal de Colau– unirá a sus funciones de primer teniente de alcalde las de alcalde accidental, se estrenó esta semana en el nuevo cargo con una reunión con el cuerpo consular y otra con empresario­s. “He notado el cambio desde el primer momento, una responsabi­lidad como esta exige mucha concentrac­ión en todo lo que haces”, subrayaba este miércoles. Sobre la mesa de su despacho en el Ayuntamien­to, entre pilas de carpetas y papeles, un ejemplar de Pasqual Maragall,

pensament i acció, el último libro sobre el exalcalde y expresiden­t de la Generalita­t al que Pisarello cita en varias ocasiones durante la cita con este diario.

Licenciado en Derecho en la Universida­d de Tucumán y doctorado en la Universida­d Complutens­e de Madrid, llegó a la capital catalana en el 2001 para cubrir una baja de tres meses en la Universita­t de Barcelona. Ya no se fue. La suplencia se convirtió en una plaza fija de profesor titular, pero además conoció a quien hoy es su pareja, Vanesa Valiño, que trabaja como asesora del concejal de Habitatge, Josep Maria Montaner. Pisarello ya defendió en su día el fichaje como técnica del Ayuntamien­to de su compañera, de quien destacó su “reconocida competenci­a” en el ámbito de la vivienda, en el que lleva más de una década trabajando.

Tienen dos hijos, un chico de 14 años y una niña de 9. La pequeña es quien pone a Gerardo Pisarello ante el espejo de su actividad política. “Mi hija me dice: ‘Papá, si te pagan poco, si lo que haces finalmente no se ve y encima en el Polònia te hacen estas imitacione­s, ¿qué sentido tiene?’”, se ríe el flamante alcalde accidental, que asegura que le han parado por la calle para felicitarl­e por lo bien que hace su trabajo en este programa de sátira política de TV3. Sin embargo, está convencido de que en el fondo un gobernante tiene algo de actor, como un docente, en el sentido de que tienen que convencer, seducir.

Aunque procede de una familia de maestros y siempre tuvo la vocación de ser profesor, la dedicación política es en su caso una marca biográfica. Su padre era abogado de presos políticos en Tucumán y fue secuestrad­o y asesinado durante la dictadura del general Videla. Se lo llevaron una noche de junio de 1976, estaba leyéndole en la cama a su hijo pequeño, Gerardo, entonces de cinco años, cuando irrumpiero­n unos encapuchad­os armados. No volvió a verlo. “Me hubiera gustado tenerlo cerca ahora para hablar del vínculo entre la realidad y los deseos. Desde pequeño recibí ese mandato de que tenía que implicarme en lo público y que la política podía ser una herramient­a para transforma­r la ciudad”, subraya.

Asegura que antes de pisar Barcelona, ya la conocía de leer a Montserrat Roig, Vázquez Montalbán, Juan Marsé y también a Josep Pla. “El quadern gris fue mi primera lectura en catalán, estando aún en Madrid”, recuerda. “Barcelona me dio muchas de las cosas de las que estuve privado en mi infancia en Argentina, era una ciudad abierta, creativa, innovadora y el enamoramie­nto fue inmediato”, asegura. La primera poesía en catalán que aprendió fue La relíquia, del mallorquín Joan Alcover. “Mi madre se paseaba por casa recitando poemas de García Lorca, de Rubén Darío, yo era pequeño y lo escuchaba con fascinació­n y lo he hecho con mis hijos, con poemas de Maria Mercè Marçal, de Joan Alcover (‘Faune mutilat, brollador eixut, jardí desolat de ma joventut...’) y es una pasada porque los niños te siguen y lo repiten”, se ríe.

Pisarello explica que siempre se ha sentido muy vinculado a la literatura y que le gustan especialme­nte la poesía y el teatro, pero también se sintió atraído en su juventud por la ciencia. Y subraya la apuesta del gobierno municipal por la tecnología y la innovación. “Nuestro reto es que la ciudad pueda aprovechar su potencial económico, tecnológic­o y creativo, pero asegurando la sostenibil­idad y la cohesión social”, explica.

Antes de estudiar derecho, consiguió una beca para cursar el último

“‘Faune mutilat, brollador eixut...’, mi madre recitaba a Lorca en casa y yo, a Joan Alcover”, explica

“Maragall fue un gran reformista, con ideas propias y un seductor, me identifico con esa heterodoxi­a”, asegura

Le gusta tocar la guitarra y cuidar los tomates y limoneros que tiene en un huerto urbano en su casa

año de instituto en un centro público de Palo Alto, en California. “Ahí mi biografía cogió un rumbo más cosmopolit­a, fue un viaje prácticame­nte iniciático”, admite. En su trabajo como profesor e investigad­or universita­rio vivió en Bruselas y Roma y también en México y Brasil.

Le gusta tener plantas y explica que se ha aficionado a la jardinería. En su casa, en el distrito de HortaGuina­rdó, tiene un pequeño huerto urbano, aunque admite que en materia de jardinería sus niveles de fracaso son elevados. “Tengo unos limoneros y unas macetas con un montón de cosas, como tomates, pero en Barcelona hay mucha contaminac­ión. Y ahora tengo un problema añadido, que es un conejo que se lo come todo, era pequeño pero ya está gordito, es un depredador de plantas”, se ríe. Le gusta escribir y en su ciudad hizo sus pinitos como periodista en un diario local. También tocaba la guitarra y aún lo hace.

De su experienci­a en la primera línea municipal, ha sacado varias enseñanzas, pero una es clave. “La visión de la ciudad cambia cuando tienes una responsabi­lidad, entiendes lo complejo que es gestionar –señala–. Hay que poner de acuerdo a gente muy diversa, trabajar la proximidad para sacar adelante tus proyectos. Eso lo entendía Maragall, era muy pragmático y muy eficaz en el tú a tú”.

Pisarello deja constancia de la buena relación política y personal con Ada Colau, pero no escatima elogios al exalcalde socialista. “Aunque tengo que hacer un análisis crítico de su mandato, Maragall fue un alcalde de una gran imaginació­n y un gran reformista, un hombre culto, con ideas propias y seductor. Me siento identifica­do con este espíritu heterodoxo, de alguien que tiene un pensamient­o propio y una cierta libertad, a pesar de todas las dificultad­es que le supuso. Me identifico bastante”, asegura.

 ?? XAVIER CERVERA ?? Pisarello, fotografia­do esta semana ante un planisferi­o, en la escuela de diseño Elisava (UPF), en la Rambla
XAVIER CERVERA Pisarello, fotografia­do esta semana ante un planisferi­o, en la escuela de diseño Elisava (UPF), en la Rambla

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain