El reparto de agencias divide a los Veintisiete
La unidad demostrada ayer por los líderes europeos a la hora de pactar los principios políticos que guiarán las negociaciones de divorcio con Londres se evaporará tan pronto como deban pronunciarse sobre las nuevas sedes para los dos organismos de la UE que actualmente aloja la capital británica. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, apremió ayer a los dirigentes europeos a tomar una decisión “cuanto antes” y se comprometió a presentarles en la cumbre de junio una lista de criterios para seleccionar a los mejores candidatos a llevarse la Agencia Europea de Medicamentos (AEM) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA), dos organismos para los que hay una veintena de candidatos. Cada país defiende aplicar unos criterios lo más afines posible a sus propuestas. El Gobierno español abogó por tomar una decisión “en base a criterios objetivos y transparentes”, confiando en la fortaleza técnica de la candidatura de Barcelona. Otros abogan por llevar las agencias a países que todavía no alojan ningún organismo comunitario (España tiene cuatro), lo que de inmediato dirige las miradas al Este, aunque no cuenten con candidaturas especialmente fuertes. “En el reparto de agencias siempre hay unos pocos ganadores, muchos perdedores y sangre en el suelo. Se trata de conseguir que haya la mínima posible”, señalan fuentes diplomáticas. La decisión final se tomará, como pronto, en la cumbre de octubre.