Pasión por el medievo
Barcelona acoge desde ayer el Campeonato Mundial de Batalla Histórica Medieval con representación de 27 países
La Monumental de Barcelona se ha vestido de castillo para albergar, desde ayer y hasta el lunes, el Campeonato Mundial de Batalla Histórica Medieval. Ochocientos luchadores de 27 países se reúnen en la plaza de toros para competir en el máximo nivel en una disciplina que combina deporte de contacto con historia. Es algo parecido al boxeo, pero con la particularidad de que los combatientes parecen caballeros, pues visten indumentarias y utilizan armas semejantes a las que se empleaban en la edad media.
“Esto no es teatro, es deporte, las armaduras son nuestro equipamiento deportivo, y los golpes son reales”, afirma el capitán de la selección española, Cristian Bernal. “Todo comenzó en el 2012, cuando un amigo y yo conocimos la batalla histórica en un viaje y comenzamos a impulsarla aquí”, recuerda Bernal. Ahora ya hay 13 clubs repartidos por el territorio y Barcelona acoge el Mundial. “Estamos creciendo, por primera vez presentamos equipo femenino”, explica.
Es en Europa del Este donde esta actividad tiene más tradición. De hecho, Rusia es la favorita. Allí hace veinte años que se practica. Existen diferentes modalidades en función de las personas que participan en la batalla y de las armas utilizadas: uno contra uno, tres contra tres, cinco contra cinco y combates de 21 contra 21. Se utilizan espadas, mazas, hachas, escudos... Los participantes van resguardados por armaduras que pesan entre 20 y 30 kilos. El coste de la equipación se eleva a los 1.800 euros aproximadamente. “Todo el
La equipación, con armadura y armas históricas, pesa 30 kilos y cuesta unos 1.800 euros
cuerpo está protegido por metal”, sostiene el capitán de la selección española.
Los competidores deben escoger un año concreto de la edad media para personalizar sus atuendos, y hay jueces que se encargan de verificar que tienen rigor histórico. “Las piezas pueden tener un margen de 50 años antes o después del año escogido”, indica Vladimir Pallarés, un mexicano que forma parte del Comité de Autenticidad Histórica. “El nivel en un mundial es muy alto, toda la gente se viste con recreaciones muy logradas”, señala.
Desde México ha viajado una comitiva de 25 personas, y José Francisco es uno de los luchadores: “Gracias a internet es relativamente fácil buscar todo el material”, señala el natural de Aguascalientes.
“Vi un anuncio y decidí venir, me encanta la historia”, cuenta Yago Llopart, un joven de 18 años de Barcelona que ha convencido a dos amigos para desplazarse a la Monumental. “Los golpes que se dan son un espectáculo, es una brutalidad”, señala Óscar Díaz, otro de los asistentes. “Comencé a ver batallas históricas por YouTube y leí en el diario que el Mundial se celebraba en Barcelona. No podía fallar”, añade desde la grada Héctor Alcázar.