La primera dama del tenis
Puede parecer raro. Pero aunque llegaron con el paso decisivo y ruidoso propio de los nervios previos a un derbi, la presencia de las directivas del Barça (con Josep Maria Bartomeu Floreta y sus problemas a la cabeza) y del Espanyol en el village no fueron lo más relevante del día. Ni mucho menos. Los sábados la atención no es para ellos. Ese es el día en que se hace la entrega a oenegés escogidas del cheque recaudado con la campaña Aces Solidarios que Banc Sabadell impulsa desde hace diez años y también el que suele propiciar encuentros de amigos como el que año tras año presiden Javier Godó y Marisa Falcó, condes de Godó. O reuniones familiares como las abanderadas por los Rabat y los Grau; la de los Suqué, felices con el raro tándem que unirá a Juliette Binoche y el pianista Alexandre Tharaud en su festival de Peralada; o las de Martín Pérez (exultante con su cartel para el festival de Pedralbes) y los Uriach, propietarios de los ojos más azules (o más bien verdeazulados) de Pedralbes, con permiso de Arrese, claro.
Pero la máxima atención en esta jornada de semifinales en que María José Hojas volvió a dar una lección de estilo vestida de Urban Zen (a philosophy of living by Donna Karan reza la firma de moda en Nueva York) fue, una vez más para la convocatoria de Ramon Rovira Pol. Siempre la misma y con la primera dama del tenis como gran protagonista. Entenderán que no puede ser otra que la novia de Nadal. No le llamen Xisca. Por mucho que lo lean, lo escuchen o les suene, ese no es su nombre. Es Mery Perelló. Y ella, que forma un clan inseparable con Carlos Costa y su esposa Iciar, fue la responsable del revuelo que dejó en segundo plano a los mandamases del fútbol. No es de extrañar. Tal como decía otro imprescindible en esa mesa, Eladio Jareño, director de TVE, Nadal es sinónimo de éxito. O de audiencia. Hasta el punto de que sus partidos en Teledeporte han llegado a contraprogramar a veces la telenovela de turno.
Por eso todos cruzaron (cruzamos) los dedos para que a Nadal no le pasara lo que a Murray. Sin olvidarse nadie de hacer sus predicciones para el fútbol. Igual que Michael Goldenberg, Marco Toro y Joaquín Serra, invitados de Pere Guardiola, o Eva Vilallonga (de Passage BCN) y su hijo Rafa Soldevila, que ha abierto ya su tercera La Fermata en Calvet.