No hay nada como el Palau
Pérez de Vargas y una excelente defensa dan la eliminatoria al Barça ante el Kiel
21 PARADAS El portero estuvo espléndido sólo 16 días después de operarse un dedo de la mano SIETE GOLES Valero Rivera fue el máximo anotador por delante de otro extremo, Víctor Tomàs con 4
No hay nada como el Palau Blaugrana cuando hay cuentas pendientes. Y ayer las había. Claro que sí. En juego, la clasificación para la final four de la Liga de Campeones de balonmano. En el recuerdo, el partido de ida de la semana pasada. “Cada vez que veo el encuentro, mi indignación crece”, había avisado Xavi Pascual, muy crítico con la permisividad de los colegiados –los letones Sondos y Licis– ante la dureza alemana seis días atrás. “Pegaron demasiado”, añadió Filip Jicha, excapitán del Kiel y que vive su segundo año como blaugrana. No era, pues, un duelo normal con la adrenalina disparada por parte de unos y otros. Y la eliminación del Flensburg, que podía dejar a la cita de Colonia sin representantes alemanes –como así ha sido por primera vez desde que se inició este formato en el 2010–, no hacía otra cosa que añadir más presión al encuentro. Y, claro, el Palau hervía como en las mejores ocasiones, con un sonido ensordecedor en la pista.
Y el balonmano barcelonista cumplió, todo lo contrario que el baloncesto, apeado de la cita de Estambul mucho antes de que acabara la liguilla. En cambio, el Barça de Xavi Pascual sí estará en Colonia en el primer fin de semana de junio, un premio a su impecable trayectoria en Europa. Los dos goles eran una renta asequible, pero con trampa porque en la liguilla la ventaja ante el mismo rival había sido mínima (26-25). Esta vez los blaugrana cimentaron su remontada en la solidez defensiva, que dejó al Kiel en sólo 18 goles, una cifra que ya garantizaba la clasificación aunque la renta no hubiera superado esos dos goles.
Gonzalo Pérez de Vargas volvió a convertirse en un muro en la portería con 21 paradas en 37 lanzamientos (57%) en una actuación espléndida, sólo 16 días después de ser operado en el dey do meñique de la mano izquierda. Su inspiración convirtió la portería azulgrana en una barrera que el Kiel no supo cómo superar. Un gol de Sorhaindo en el minuto 5 (3-1) abrió por primera vez las puertas de la clasificación solamente una vez, con el 7-6 (17m), estuvo por debajo el Barça de su objetivo segundos después de que Pérez de Vargas hiciera una doble parada. La defensa catalana fue un bloque en todo momento, y en el descanso la ventaja se había ampliado al 13-9.
Cuando pudo correr, el Barça fue imparable, con los dos extremos muy acertados. Rivera fue el máximo anotador (7), por delante de Víctor Tomàs (4). En cambio, Vujin, que en la ida había anotado 10, ayer se quedó en 4. El Kiel fue a remolque durante toda la segunda parte, incapaz de inquietar más allá del 21-18 a falta de 2m50s cuando los barcelonistas estaban con uno menos por la exclusión de Jallouz.
“Es un día para celebrarlo en un Palau que nos ha ayudado mucho”, dijo Víctor Tomàs.