Exclusión financiera
La otra cara de la moneda del intenso ajuste en la red de oficinas bancarias que ha tenido lugar en España desde el 2008 (se han cerrado 17.000, el 37%), es el impacto que ha tenido sobre la exclusión financiera. Un reciente trabajo publicado por Cajamar en Mediterráneo Económico muestra que desde el 2008 ha aumentado un 20% la población que reside en municipios sin oficinas bancarias, situándose en 1.128.000 personas (el 2,4% de la población española) la cifra de personas que no pueden acceder físicamente a los servicios de una oficina en su municipio de residencia.
Dado que el ajuste ha sido desigual entre provincias, existen importantes diferencias en el impacto sobre la accesibilidad financiera. Son las provincias de Barcelona, Tarragona, Madrid y València las que han experimentado el mayor aumento de población sin acceso a una oficina en su municipio de residencia.
El cierre de oficinas también ha sido desigual entre entidades de depósito. Las cajas de ahorros son las que más han ajustado su red. La buena noticia es que el impacto sobre la accesibilidad financiera es muy reducido, ya que la población que reside en municipios en los que únicamente hay oficinas de cajas de ahorros y bancos de fundaciones bancarias solo ha aumentado en 126.000 personas. Las cajas siguen siendo con diferencia las que más contribuyen a la accesibilidad financiera, al rescatar de la exclusión al 2,2% de la población, frente al 0,7% y 0,4% que tiene acceso gracias a una cooperativa de crédito y un banco, respectivamente. Las cooperativas son las que más han aumentado su papel en combatir la exclusión financiera.
El hecho de que un 2,4% de la población no tenga una oficina bancaria en su lugar de
El ajuste en la red de oficinas bancarias ha elevado el número de personas sin acceso al servicio
residencia no implica necesariamente que esté financieramente excluida, dada la existencia de otras vías de acceso a servicios bancarios como la banca online. Que el porcentaje de la población que utiliza este tipo de banca se haya duplicado desde 2008 hasta representar el 39,4%, es una buena noticia que permite contrarrestar los efectos negativos del cierre de sucursales. No obstante, el grado de penetración de internet y, por tanto, también de la banca online, es menor en los estratos de población de edad más avanzada, con menores niveles de estudio, y niveles de renta más reducidos, que en general tienen más peso en los municipios más pequeños y de menor renta.
Para evitar situaciones de exclusión financiera en municipios donde no hay ninguna oficina bancaria, es importante que haya acceso a internet, lo que en ocasiones se debe a la carencia de las infraestructuras necesarias. En esos casos la banca puede ayudar a combatir la exclusión financiera con iniciativas como la oficina móvil o la instalación de cajeros automáticos. Pero también deben contribuir las administraciones, incorporando entre sus objetivos evitar la exclusión financiera.