Asalto armado a un hotel en Manila en plena ofensiva contra el EI
Las autoridades filipinas dicen que no hay pruebas de que sea un acto terrorista
Un equipo de hombres armados y enmascarados abrieron anoche fuego contra los empleados y clientes de un hotel de la capital filipina que forma parte de un complejo turístico, el Resort World Manila, situado cerca del aeropuerto, en el barrio de Pasay City. Todo apunta a que se trata de un atentando terrorista, pero anoche el suceso aún estaba envuelto en mucha confusión; hasta el punto de que se desconocía si había víctimas mortales, que, por otro lado, parecen muy probables, puesto que diversos testigos aseguraron que vieron a los pistoleros disparar indiscriminadamente contra el público en la segunda planta del hotel. Un portavoz de la Cruz Roja en Manila dijo que al menos había 25 heridos, que estaban siendo evacuados a diferentes centros hospitalarios.
El responsable de las fuerzas poal liciales filipinas dijo anoche, según la agencia AP, que no había pruebas todavía de que el asalto fuera un acto terrorista y especuló con un posible robo, a la vez que aseguró no tener constancia de heridos de bala tras la acción. En paralelo, SITE Intelligence, una organización norteamericana que se dedica a monitorizar la actividad del Estado Islámico, incluidas sus operaciones en internet, aseguró anoche que esta organización terrorista se había adjudicado la autoría del asalto a través de uno de sus portavoces, que se la atribuyó a “lobos solitarios del califato”.
Sin embargo, a última hora ninguna fuente oficial manileña había confirmado esta información, del mismo modo que no se había despejado la incógnita sobre las víctimas mortales y la suerte de los pistoleros.
Las fuerzas de seguridad mantenían anoche bloqueados los accesos complejo objeto del ataque, lo que hacía creer que algunos de los asaltantes seguían en su interior todavía con vida. A ese importante dispositivo, en el que también estaban presentes miembros de los equipos especiales de asalto (Swat, en inglés), se sumaron a cierta distancia militares.
Además de hombres armados, también se desplazaron a la zona numerosas ambulancias que evacuaron a los heridos –circularon diversas imágenes de dichos trabajos por internet– y equipos de bomberos porque, además de producirse un sonoro tiroteo, audible para los vecinos de varios edificios a la redonda, se produjeron algunas explosiones. Dichas deflagraciones, de naturaleza y alcance todavía desconocido, provocaron nueves de un humo intenso sobre el hotel, que cuenta con un cine y un casino. El
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efecto combinado del ruido de los disparos y de las detonaciones provocó el pánico de los clientes y visitantes del complejo, que protagonizaron carreras en el exterior del edificio en busca de un lugar seguro o el abrigo de las fuerzas de seguridad. Algunos ganaron la calle saltando desde las ventanas del hotel.
Este incidente se produce después de que el presidente del país, Rodrigo Duterte, haya lanzado una ofensiva contra las milicias islamista que han abrazado la bandera del Estado Islámico en el sur de la isla de Mindanao. La zona se encuentra bajo la ley marcial decretada por Duterte desde el pasado 23 de mayo. Desde que se desataron los enfrentamientos entre los yihadistas y los militares se han registrado más de 170 bajas mortales.