La Vanguardia (1ª edición)

El Madrid gana su 12.ª Champions

Los blancos atan la duodécima en una gran segunda mitad y logran su doblete

- CARLOS NOVO Cardiff Enviado especial

DEPORTES 76 A 78

El Madrid no falló en su ocasión histórica y se llevó el doblete que anhelaba desde hacía 59 años. Tras ganar la Liga hace quince días, el equipo de Zinédine Zidane se impuso en Cardiff al Juventus gracias a una gran segunda parte después de una primera bastante igualada. Cristiano Ronaldo volvió a ser la figura al firmar un doblete y fue el jugador del partido. A diferencia de pasados años, ha llegado a este final de curso en plena forma y volverá a ser el principal candidato al Balón de Oro. El Madrid es el primer equipo que repite Champions con su actual formato y alcanza ya la duodécima, la tercera de las últimas cuatro ediciones. Zidane sigue en estado de gracia, tocado por la varita de los dioses. El Madrid ha encontrado un filón con él y su método, tan parecido al de Del Bosque y Ancelotti.

La primera parte dio la impresión de que había más partido. En la segunda, el Juventus pareció que no salió del vestuario. En realidad fue el Madrid quien lo borró del mapa. Sólo entonces el Madrid fue ese equipo que querían sus aficionado­s: valiente, dispuesto a morder, ganador en todos los duelos por todo el campo.

Sin cambios en los onces sobre lo previsto, el partido se desarrolló de inicio con una versión más ofensiva del Juventus. El equipo de Allegri no esperó al Madrid, sino que se lanzó al ataque nada más pitar Felix Brych. Su centro del campo empujó de firme con la idea de dejar partido en dos a un Madrid que no acostumbra a que le disputen el balón de forma tan fiera. La Juve monopolizó el juego durante ese primer cuarto de hora y el Madrid soportó la presión como pudo. Concedió algún tiro franco, en especial uno de Pjanic que tenía marchamo de gol, pero que encontró la respuesta de Keylor Navas, crecido en este tramo final de temporada.

El trabajo de Isco y Modric fue aminorando la presión sobre la defensa blanca y pasado ese primer cuarto el juego se equilibró. La primera consecuenc­ia fue que marcó el Madrid casi en su primera contra. Carvajal le sirvió un buen balón a Cristiano en una zona del campo donde el portugués no suele perdonar. Cazó un buen remate escorado que entró pegado al palo de Buffon. El gol proporcion­aba al Madrid un récord poco usual. Ha marcado en todos los partidos de la temporada. Antes del encuentro parecía que quien marcase primero iba a tener una ventaja decisiva, pero no iba a ser así. No hay dos partidos iguales.

EL MEJOR Cristiano fue elegido el hombre del partido y marcó dos tantos en un fin de curso espectacul­ar EL GOL DE CASEMIRO El brasileño, como ante el Nápoles, metió un gol desde fuera del área y resultó decisivo

El Juventus respondió con coraje al gol en contra. Redobló sus esfuerzos y volvió a encajonar al Madrid en su área. Cerca de la media hora encontró premio en un remate a la media vuelta de Mandzukic que entró por la escuadra de Keylor. No sirvió de nada a la postre, pero fue el golazo del partido. Cosas que pasan.

Cuando se esperaba una segunda parte de un corte muy parecido el Madrid salió con el mismo once pero con un aire muy distinto. De pronto, el partido ya no se le hizo incómodo. Al revés, sus jugadores se desplegaba­n por el campo con una determinac­ión que desarboló al Juventus.

En plena crecida de su juego, el Madrid encontró el 2-1 muy pronto, un latigazo de Casemiro que se envenenó tras tropezar el balón en Khedira y botar ante Buffon, uno de los mejores porteros de los últimos años que lleva camino de retirarse sin levantar la Champions.

El gol dejó ya herido de muerte al campeón italiano. El Madrid vio sangre y a diferencia de lo que hizo en el primer tiempo se tiró a degüello a por el enemigo. Modric resultaría decisivo. Imparable todo el segundo acto, se fue de todos para centrar retrasado sobre la línea, donde apareció Cristiano para sorprender a Chiellini y anticipars­e a Buffon. El 3-1 dejaba ya poco por decir.

Introdujo cambios Allegri. Marchisio y Cuadrado. Quería rescatar el centro del campo pero para entonces a su equipo no había quien lo rescatase. El Juventus no respiraba y el Madrid jugaba a placer. Por si le faltaban problemas, Cuadrado vio dos tarjetas muy seguidas y fue expulsado a falta de diez minutos.

Con todo ganado, a Zidane le quedaba tiempo para los homenajes. Sacó a Bale por Benzema, recibido con cierta indiferenc­ia pues no había apenas galeses en el estadio, luego a Asensio y al final a Morata. James y Pepe se habían quedado fuera de la lista, un indicio de su no continuida­d.

El final de partido fue una fiesta para los 20.000 madridista­s congregado­s en el Estadio del Milenio. Festejaron la duodécima por todo lo alto, coreando con olés los pases de su equipo. Aún le pudo caer algún que otro gol al Juventus, pero cada cual quería por entonces dejar su marca personal. Con todo, llegó el cuarto gol, obra de Asensio, que siempre se las arregla para dejar su sello. El Madrid y la Champions forman por ahora un matrimonio estable.

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