Voluntad, decisión y coraje
EL editorial de La Vanguardia de hoy intenta buscar una salida al laberinto en que nos encontramos, que algunos (en Barcelona y en Madrid) prefieren llamar choque de trenes para insuflar dramatismo al momento y tragedia a la resolución. Pensamos que el Congreso de los Diputados, en su actual configuración, cuenta con más sensibilidades para buscar una solución generosa, factible e inteligente al conflicto actual que se vive en Catalunya, que exige una solución política. Creemos que se está a tiempo y que sólo se necesita voluntad, decisión y coraje.
En junio de 1934, Gaziel escribía en calidad de director de este diario: “Lo más delicado, lo más respetable, a mi modo de ver, es que el espíritu de sacrificio que hoy anima a un sector del pueblo catalán, y la actitud heroica adoptada por sus dirigentes, esta vez son cosa seria”. Catalunya vivía otra encrucijada. La excusa era una ley del gobierno sobre los contratos agrícolas, pero había de fondo una mayor exigencia de autogobierno. Leyendo a Gaziel parece que estamos hablando del momento actual, por ejemplo cuando recuerda que los catalanes somos especialistas en días históricos (prefiere llamarlo “semanas grandes”), que abusamos en nuestros planteamientos de “el tot o res, el si no ens ho donen, ens ho prendrem” y de no ver salida a los problemas (“no se trata de claudicar, ni de humillarse, ni de rebajarse siquiera, hay que buscar una fórmula de arreglo y nada más”). No se escapa de las críticas el gobierno central, que Gaziel creía que deseaba castellanizar la República y no tenía intención de restaurar nada.
El conflicto que nos inquieta merece la búsqueda de una salida a cuatro meses del big bang que se nos anuncia. La solución para Gaziel era el sentido político: “Ese sentido que nos ha faltado siempre a través de la historia, y cuya carencia ha sido el origen de todos nuestros grandes infortunios”. El mismo que habría que exigir en Madrid, como capital de la vida política. Estamos a tiempo.