PROHIBIDO ACEPTAR REGALOS
Los altos cargos de la Generalitat sólo pueden recibir muestras de cortesía y deben registrarlas; los regalos van al archivo de los departamentos
Los cargos de la Generalitat deben consignar los obsequios que reciben.
El embajador de Qatar, Mohamed al Kuwari, regaló a Carles Puigdemont unos gemelos y un juego de pendientes, el pasado 9 de marzo, como detalle en su visita protocolaria al Palau de la Generalitat. Al día siguiente, Oriol Junqueras recibió una bata blanca y un estetoscopio, en un acto del campus hospitalario de Vall d’Hebron. Y por esas fechas, la consellera de Ensenyament, Meritxell Ruiz, fue agasajada por el cónsul de Emiratos Árabes Unidos con una caja de dátiles y tres libros. Por cierto que el cónsul también regaló dátiles al president y a los consellers Meritxell Serret y Raül Romeva –a cuyo departamento llegó también una alfombra del Kurdistán–, en sendas visitas. Los pendientes y los gemelos están en el archivo de obsequios institucionales de Presidència, y la bata y el estetoscopio, en la Vicepresidència. Los dátiles y la alfombra, a buen recaudo en los departamentos.
Desde que la Generalitat puso en marcha hace un año el portal de transparencia, se puede consultar, entre otras informaciones, el registro de obsequios que han recibido desde julio del año pasado los altos cargos del Govern. El inventario, en el que abundan los libros, seguidos de productos gastronómicos y un variado surtido de bolígrafos, placas y figuras decorativas, es una muestra de curiosidades en las que, hay que decirlo, es difícil detectar cualquier voluntad corruptora. El Govern exige a sus altos cargos que no acepten “regalos o donaciones de particulares o entidades públicas o privadas”, excepto “muestras de cortesía u objetos conmemorativos, oficiales o protocolarios”, que deben consignar en el citado portal.
Por razón de su cargo, el president Puigdemont es el que mayor número de regalos ha recibido desde que se puso en marcha la normativa: 357. Los hay de todo tipo,
Puigdemont ha recibido mangos y un peluche, pero también joyas y unas ‘smartglasses’
entre ellos unas smartglasses de la compañía Epson Ibérica, la Guía Repsol 2017, un peluche de un perro guía de la ONCE, una camiseta de la selección catalana de fútbol y otra con la leyenda “Jo també sóc d’Amer”, una lámina con la partitura de La marsellaise, piezas de jabón, botellas de aceite, de vino, de ratafía y de cava, bombones, fruta –incluidos seis mangos del consulado de Pakistán–, embutidos, cedés variados y muchos libros, que se almacenan en la biblioteca del president, entre ellos un ejemplar de El Quijote, detalle del Congreso de los Diputados, y uno de la Metafísica de las costumbres, de Kant.
No consta en el registro del president, por ser anterior, el libro que le regaló Mariano Rajoy cuando le recibió en la Moncloa, en la semana de Sant Jordi del 2016: un facsímil de la primera edición del segundo libro de El Quijote .Un año después era Junqueras el que recibía, de parte de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que visitó Barcelona en el marco de la operación diálogo, la novela del 2014 de Rodrigo Fresán La parte inventada, un título sin segundas intenciones, aseguró ella.
Junqueras también ha recibido en este último año una camiseta de la Penya y otra de la Fira de Begur, corbatas, una figura de cristal –del embajador de Eslovaquia–, dos figuritas de los gigantes de Manlleu, un bolígrafo Cross, un cactus, varias cajas de bombones, botellas de vino, una caja de mandarinas y varias decenas de libros, entre ellos un recetario de cocina y, como Puigdemont, la Metafísica de las costumbres. En total, 113 regalos.
La tercera inquilina del Palau, la vicepresidenta Neus Munté, ha recibido medio centenar de obsequios, entre ellos dos botellas de cerveza con la etiqueta personalizada y un recetario. A Meritxell Borràs, de Governació, le han regalado una copa romana de cerámica y un pañuelo de cuello, entre otros presentes. Y ambas recibieron también el libro de Kant.
En el cómputo del conseller de Empresa, Jordi Baiget, constan un centenar largo de regalos, entre los que abundan bombones y chocolatinas, pero también hay botellas de vino y hasta unos puros. Al titular de Territori, Josep Rull, le han agasajado con botellas de vino, una pluma Parker y una litografía
Junqueras recibió una figura de cristal, una camiseta de la Penya, mandarinas y un cactus
de Jordi Alumà, mientras que Santi Vila, de Cultura, ha recibido libros, una reproducción de un velero y un cancionero de habaneras. Y el titular de Justicia, Carles Mundó, mandarinas, bombones y una botella de ratafía.
Al Departament de Treball, que dirige Dolors Bassa, llegó una cesta navideña de la embajada de India, con una torta de chocolate, trufas, polvorones y dos botellas de vino. Pero les supera la consellera de Agricultura, Meritxell Serret, que ha llenado la despensa del departamento con 135 obsequios, en buena parte de empresas y cooperativas: varias decenas de botellas de vino, de cava y de aceite y lotes de alimentos frescos como frutas, huevos y embutidos, además de conservas. Todo va al Banco de Alimentos, informa Agricultura. Lo mismo ha hecho el conseller de Salud, Toni Comin, que ha recibido una veintena de obsequios, entre ellos cava, lácteos y cajas de bombones, además de libros. El mismo número de regalos registra el conseller de Interior, Jordi Jané, entre otros una botella de vermut del alcalde de Reus.
Vino, cava, aceite, frutas, huevos y embutidos, entre los 135 regalos a Serret