Bettel, un referente gay más allá de Luxemburgo
Xavier Bettel (1973) no es el primer jefe de Gobierno que no oculta su homosexualidad. Antes rompieron el hielo la primera ministra de Islandia, Johanna Siguroardottir, y el belga, Elio di Rupo. Elegido en el 2013, el primer ministro de Luxemburgo sí ha sido el primero en casarse con una persona del mismo sexo estando en el cargo. Bettel y el arquitecto belga Gauthier Destenay –pareja de hecho desde el 2010– fueron de los primeros en beneficiarse de la legalización del matrimonio gay en el 2015. Propuesta por el anterior gobierno conservador, la ley luxemburguesa reconoce también el derecho a la adopción y fue aprobada “sin ningún problema, sin los incidentes que se vieron en Francia por ejemplo”, recuerda Enrica Pianaro, coordinadora de Cigale, el centro de información para gays y lesbianas del país. “La comunidad homosexual aprecia la actitud de Bettel y otras personalidades públicas. Le dan visibilidad y envían un mensaje muy positivo”, afirma. A Bettel no le gusta verse como un modelo que seguir, pero sus gestos le han valido incontables muestras de apoyo y agradecimiento. Ha recibido cartas desde Italia, por ejemplo, por aconsejar al primer ministro, Matteo Renzi, que fuera paso a paso y aprobara primero la unión homosexual y más adelante las adopciones si ese punto resultaba demasiado polémico. “Es importante demostrar que se puede ser gay y triunfar en la vida”, subrayó hace unos meses Bettel en un seminario de la revista The Economist contra la discriminación en el trabajo. “Seas quien seas, sé tú mismo. Tendrás una vida mucho mejor”, aconsejó.