Un éxito muy caro
La aprobación de los presupuestos el pasado miércoles –buen juego de Juliana con la bandera y la cartera: en todas partes cuecen habas– ha costado un pastón que el Gobierno ha dedicado a Euskadi (PNV) y Canarias (CC y NC). No ha sido un logro de la política ni de las afinidades, sino de las necesidades perentorias de una minoría –la del PP– dependiente de siete votos que no se han cortado ni un pelo en exhibir sus logros con una sobreactuación hasta hiriente. Rajoy estaba dispuesto a entregar la camiseta porque, a cambio, ganaba media legislatura. Ya veremos las consecuencias: es muy posible que no pueda sacar adelante la nueva financiación autonómica, reventada por la falta de sentido de la medida con los regímenes de financiación especiales de la España autonómica.