La Diputación restaurará el pantano de Foix
Se descarta evacuar los residuos; el hedor que se desprendería sería perceptible hasta en Barcelona
Un proyecto compartido mejorará en un plazo de cinco años la calidad medioambiental de un espacio muy insalubre
El insalubre pantano de Foix podría revertir su situación en cinco años gracias a un proyecto de restauración ambiental. Según Ramon Riera, asesor técnico de Espacios Naturales y Medio Ambiente de la Diputación de Barcelona y alcalde de Torrelavit, las aguas tienen una baja calidad ecológica, lo que no permite el uso recreativo del pantano. Por ello, la Diputación y el Consorci del Pantà de Foix han llegado a un acuerdo para la restauración ambiental y solicitarán una ayuda a la Unión Europea, en el marco del proyecto Life.
Según Ramon Riera, expertos de la Universitat de Barcelona (UB) y de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) han descartado la viabilidad de vaciar y evacuar los residuos depositados en el pantano, ya que “el hedor que se desprendería podría hacerse perceptible incluso desde la ciudad de Barcelona”.
La Fundación Abertis será colaboradora del proyecto, y un equipo de especialistas del grupo de investigación Freshwater Ecology and Management de la UB, del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la UAB, y del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries de la Generalitat, propondrá, ejecutará y evaluará las intervenciones técnicas que se llevarán a cabo.
La gestión de este espacio, ahora protegido y de titularidad pública pero que fue creado en 1928 por una comunidad de regantes, es de gran “complejidad”, según Miguel Delgado, el presidente del Consorci del Parc del Foix y alcalde de Castellet i la Gornal. Las aguas tienen una baja calidad ecológica y desprenden malos olores: hay una gran cantidad de algas por la abundancia de fósforo que provocan falta de oxígeno en las capas inferiores y, por lo tanto, problemas de potabilidad. La poca profundidad del pantano, el hecho de estar medio lleno de sedimentos y la avería de las compuertas inferiores no ayudan. Además, la introducción de especies de peces foráneas como los siluros y los alburnos “ha roto el equilibrio natural del zooplancton y el fitoplancton”, según Narcís Prat, jefe del departamento de Limnología de la UB y asesor de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA).
En primer lugar, se quiere reducir el nivel de fósforo haciendo mejoras técnicas en la depuradora de Vilafranca del Penedès (la ACA invertirá unos 10 millones de euros) y con acciones relacionadas con la industria y con los productos fitosanitarios empleados en las actividades agrícolas. También se propone crear un humedal artificial en el río Foix, en la cola del embalse, con islas flotantes que ayuden a inmovilizar el fósforo de los sedimentos. Así mismo, se quiere recuperar el caudal ambiental aguas abajo de la presa. Finalmente, a medida que se recupere el ecosistema acuático y terrestre, se realizará un mapa de usos e intervenciones orientadas a la dinamización del entorno (senderos, paneles informativos, observatorio de pájaros...).