La ciencia ficción no sólo es cosa de chicos
‘Sense8’, ‘Orphan black’ o ‘Los 100’ proponen universos que incluyen la óptica femenina
Una de las imágenes más icónicas de la princesa Leia era la que mostraba a la actriz Carrie Fisher con un bikini dorado, una trenza sobre el hombro y esclavizada por Jabba el Hutt. Jennifer Aniston incluso imitaba este look en Friends con tal de satisfacer las fantasías sexuales de Ross, que era un admirador de Star Wars, a diferencia de ella, que no dominaba la mitología de George Lucas. Pero esta idea de la ciencia ficción como un culto masculino y al servicio del hombre se está diluyendo, no solamente por la proliferación de heroínas en el cine (la última es Wonder Woman) sino también por las corrientes del género en clave femenina que se están desarrollando en televisión.
“Orphan black puede ser una de las series más representativas”, explica Marina Such, autora del libro Guía del seriéfilo galáctico, sobre esta evolución del género. Se refiere al título protagonizado por Tatiana Maslany, ganadora del Emmy a la mejor actriz de drama por interpretar múltiples personajes en un thriller sobre la clonación, y que este mes de junio estrena su quinta y última temporada en Netflix. “Sus protagonistas son clones femeninos, lo que permite tocar temas sociales y éticos muy interesantes, como la propiedad del cuerpo de las mujeres, y toda la historia se cuenta desde su perspectiva, no filtrado a través de los ojos de un personaje masculino”, argumenta. Es una obra disonante en un género que tradicionalmente interesaba a hombres, como parodiaba The big bang theory con Sheldon y Leonard, o como se denunciaba en la comedia United States of Tara. Allí Brie Larson deleitaba a los amantes de las producciones de género disfrazándose de princesa Valhalla y sentándose encima de tartas, antes de ganar el Oscar por La habitación.
Este metamorfosis no sucede de un día para otro, como bien explica Jordi Sánchez-Navarro, profesor de Comunicación de la UOC, que recuerda que en televisión han existido personajes femeninos tan interesantes como Dana Scully de Expediente X, Astrid Farnsworth y Olivia Dunham de Fringe, Kara Thrace y la presidenta Roslin de Battlestar Galactica, y las mujeres de Star Trek desde Uhura hasta Kathryn Janeway. Él, fan declarado de la franquicia espacial de Gene Roddenberry, está entusiasmado con la llegada de Star Trek: Discovery, que tendrá a Sonequa MartinGreen en el papel principal. Defiende, además, que “en Doctor Who, un personaje como River Song ha aportado un punto de inflexión en el protagonismo de la mujer en la ciencia ficción televisiva”.
La mayor virtud de la ciencia ficción es la capacidad de presentar realidades futuras o alternativas donde las presunciones de género están superadas y donde, por ejemplo, no se cuestiona la capacidad de liderazgo de las mujeres. En la apocalíptica Los 100, que emite SyFy y que ha sido renovada por una quinta temporada, nadie cuestiona que las mujeres den órdenes o que puedan tener relaciones lésbicas, y el poder femenino no se retrata como un ataque a la virilidad.
Una de las mayores delicias de la primavera, la segunda temporada de Sense8 de las hermanas Wachowski, ofrece un abanico de personajes de todos sexos, orientaciones sexuales y colores de piel en su oda a la diversidad. El mejor luchador del reparto no es Will, un policía de Chicago, ni Wolfgang, un macarra de Berlín, sino Sun, una surcoreana en modo vengativo. ¿La actriz Bae Doona tiene que pelear en ropa interior en una escena en concreto? Sí, pero el resto de los personajes recibe el mismo trato, incluyendo un Miguel Ángel Silvestre que se besa con el tanga puesto en medio del
En ‘Los 100’ no se cuestiona el liderazgo de las mujeres ni se interpreta su poder como castrador
oleaje como si estuviera en De aquí a
la eternidad. Que Netflix haya decidido cancelarla en su mejor momento y dejar al público a medias es una de esas noticias que duelen. Y en Westworld de HBO las robaescenas son Dolores y Maeve, dos víctimas del machismo que invierten su rol progresivamente.
Esta mayor y mejor representación de las mujeres está redefiniendo los géneros antes atribuidos al público masculino. Posiblemente uno de los elementos más rupturistas sea la aparición de ficciones como Outlander (Movistar) y The OA (Netflix), como destacaban en el periódico The Guardian. “Son casos un poco peculiares porque es ciencia ficción en una acepción muy amplia de la palabra”, aclara Mari- na Such. La primera plantea viajes en el tiempo para contar un drama romántico de época, y The OA es una propuesta de autor sobre la posibilidad de la existencia de otras dimensiones. Por no hablar de la lectura que se puede extraer de los roles femeninos de series como The handmaid’s tale, Supergirl, iZombie o Juego de tronos, que pertenecen a géneros hermanos como la ficción especulativa, las adaptaciones de cómics y la fantasía.
Sin embargo, la experta advierte que todavía no se puede cantar victoria: “La ciencia ficción puede estar volviéndose más femenina porque hay más mujeres protagonizando series de género, pero estas series están todavía creadas en su mayoría por hombres”.