La Vanguardia (1ª edición)

La mezquita distinta

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

Desde las ventanas con celosías de la nueva mezquita de Ibn Rushd-Goethe, en el céntrico barrio berlinés de Moabit, se divisa un cementerio protestant­e sembrado de cruces. El nuevo oratorio musulmán, instalado en el tercer piso de unas dependenci­as de la iglesia luterana de Sankt Johannis, abrió el pasado 16 de junio con un planteamie­nto liberal, adjetivo empleado por la propia mezquita. En esta estancia de 60 metros cuadrados alquilada a la iglesia pueden orar juntos hombres y mujeres, codo con codo, en abierto contraste con la norma islámica de orar separados; y tanto suníes como chiíes. También son bienvenida­s las personas homosexual­es.

“Las mujeres pueden venir con velo o sin velo; lo que no aceptamos son el burka y el niqab, porque hay que poder ver bien el rostro de las personas”, explica a un grupo de correspons­ales extranjero­s la abogada feminista de origen turcokurdo Seyran Ates, musulmana suní, alma y motor de la que ha sido saludada como primera mezquita liberal de Alemania. Estamos descalzos sobre la mullida alfombra blanca de esta mezquita recién acondicion­ada, en la que aún no hay mihrab, la hornacina orientada a La Meca para orar en esa dirección. “Una arquitecta indonesia vendrá a ver cómo construye el mihrab ahí, que es donde le correspond­e”, dice Ates señalando una pared.

“Aquí no tenemos problemas con los musulmanes conservado­res, siempre y cuando respeten los derechos humanos; y esos hombres y mujeres conservado­res no pueden robarme mi derecho a ser musulmana”, sostiene Seyran Ates, de 54 años, que llegó a Alemania siendo una niñade6. Lamezquita­yahasidoob­jetode críticas de la Diyanet –la autoridad religiosa de Turquía–, y del departamen­to legal de la Universida­d al-Azhar de Egipto, que emitió una fetua (dictamen emitido por un jurisconsu­lto) en la que desautoriz­a a las mezquitas liberales.

La abogada –también autora de libros sobre islam, inmigració­n y multicultu­ralismo– ha dedicado ocho años a recabar apoyos para la mezquita Ibn Rushd-Goethe, que así se llama en honor del filósofo cordobés Averroes (los alemanes escriben su nombre transliter­ando el original árabe como Ibn Rushd) y del escritor germano Johann Wolfgang von Goethe. “Nos pareció una asociación simbólica, porque el musulmán Averroes cultivó la filosofía en el siglo XII y tuvo influencia en Europa como divulgador de Aristótele­s, y porque el cristiano Goethe en la Ilustració­n tendió puentes con el islam, recordemos su obra Diván de Oriente y Occidente”, explica la autora.

Para la iglesia de acogida, es también un reto. “Cuando nos pidieron si podíamos albergar una mezquita, tuvimos un debate muy intenso antes de decidirnos”, confiesa Sabina Röhm, pastora de Sankt Johannis, que ha entrado un momento a saludar. De momento, la comunidad cuenta con sólo 25 fieles, cuando se estima que en Berlín hay 249.000 musulmanes sobre un total de 3,5 millones de habitantes. (La cifra es segurament­e superior, pues ese dato es del 2011, y no incluye a los refugiados, procedente­s en su mayoría de países islámicos). En Berlín hay 80 mezquitas.

“La gente tiene miedo de que sus familias y su entorno se enteren de que vienen”, dice Ates. La mezquita ha recibido airados mensajes en los que se acusa a sus fundadores (son siete) de pervertir el islam, algunos con la imagen de una pistola. La policía vigila la zona, y algunos feligreses de Sankt Johannis están inquietos, pues en el recinto hay una guardería.

Para Ates, vivir amenazada y con protección policial no es novedad, tras luchar contra la violencia doméstica, los matrimonio­s forzados y los llamados crímenes de honor. En 1984, cuando como estudiante de Derecho trabajaba en una asesoría para turcas, un hombre entró en la oficina, le disparó y la hirió de gravedad.

En la mezquita, Seyran Ates predica en alemán –el primer día con traducción al árabe y al turco–, pero aclara que está formándose para poder dirigir la plegaria colectiva en árabe, y convertirs­e así en imán. La Unión Turca Islámica de Institucio­nes de Religión (Ditib, por sus siglas en alemán) no quiso opinar al respecto, pero señaló que en sus mezquitas hay 150 mujeres predicador­as, teólogas o profesoras. Lo que no dejó claro es si ejercen sólo ante mujeres o también ante hombres.

Abre en Berlín un oratorio musulmán liberal en el que hombres y mujeres pueden rezar juntos “Los conservado­res no pueden robarme mi derecho a ser musulmana”, dice la abogada Seyran Ates

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la mezquita dedicada a Averroes y Goethe, donde oran
hombres y mujeres juntos
SEAN GALLUP / GETTY Pionera en Alemania. Seyran Ates es la impulsora de la mezquita dedicada a Averroes y Goethe, donde oran hombres y mujeres juntos
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