Las pruebas del encendido del pebetero
El momento álgido de la ceremonia de inauguración de los Juegos de Barcelona fue, sin duda, el encendido del pebetero, alejado de los cánones clásicos. Hace 25 años este diario recogía las pruebas que se estaban realizando en el Estadi de Montjuïc para que todo saliera a pedir de boca. En este sentido cabe decir que se informaba de que tres arqueros se iban a turnar en los ensayos de encendido mediante el lanzamiento de una flecha desde 60 metros, la distancia entre el lugar del tiro y el pebetero.
El comité organizador (COOB) calificaba de “éxito” las primeras pruebas. “El modelo elegido para el encendido del fuego que iluminará los Juegos es arriesgado pero está muy controlado”, señalaba un portavoz del COOB. Los arqueros ensayaron el lanzamiento de 20 flechas y para minimizar los riesgos se realizaron varios entrenamientos, permutando a los tres arqueros seleccionados. El COOB no había decidido todavía cuál de los arqueros (finalmente se trataría de Antonio Rebollo) sería el designado al objeto de no elevar su tensión psicológica. La elección definitiva se realizaría poco antes de la inauguración.
Ya se advertía entonces de que el sistema de seguridad permitía garantizar que el pebetero se encendiese aunque la flecha fallara. La información se acompañaba de tres fotografías de Guillermina Puig en las que se podía ver la trayectoria de uno de los lanzamientos de prueba y cómo el pebetero olímpico quedaba automáticamente encendido.