La Guardia Civil investiga en el TNC el acto pro referéndum
JxSí denuncia un “atentado a la libertad política” propio del tardofranquismo
Dos agentes de paisano de la Guardia Civil acudieron ayer al TNC para pedir el contrato de alquiler y el coste del montaje del acto celebrado el pasado día 4, enviados por el juzgado que investiga el referéndum del 1-O.
La Guardia Civil se personó ayer en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) para requerir información sobre el acto del referéndum que realizó Junts pel Sí el pasado 4 de julio. La petición forma parte de la investigación del juzgado de instrucción 13 que indaga los preparativos del 1-O y que ayer provocó una reacción airada de independentistas y de comunes.
Dos miembros de la Guardia Civil sin uniformar se presentaron en el TNC y solicitaron a los responsables del equipamiento cultural el contrato de alquiler y el coste del montaje del acto organizado por Junts pel Sí, en el que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, presentó los detalles sobre la futura ley del referéndum.
No hay tregua y no hay respiro. A falta de una orden explícita del Govern que revele los pormenores sobre la organización del referéndum del 1 de octubre, la justicia sigue abogando por preguntar a los trabajadores. Este proceder es el mismo que aplicó la Guardia Civil a finales de junio, en el marco de esta causa, cuando citó a declarar como testigos al personal del departament de Exteriors que participó de la puesta en marcha de la campaña institucional que animaba a los residentes en el extranjero a inscribirse en un registro, que al entender de la Fiscalía pretendía crear un censo exterior para el 1-O, y a trabajadores de Presidència que participan de la gestión de la web del Pacte Nacional pel Referéndum, una plataforma que recoge firmas para lograr una consulta pactada con el Estado. A diferencia de la de ayer, en aquella ronda de citaciones la Guardia Civil actuó a iniciativa propia de acuerdo con las competencias de policía judicial que le permiten practicar las diligencias que considera oportunas sin el beneplácito del juez.
Sin embargo, el inicio de la causa que originó esta ofensiva judicial tiene que ver con las palabras que pronunció el exsenador de ERC y exmagistrado Santi Vidal en varias conferencias en las que insinuaba que la Generalitat recopilaba ilegalmente los datos fiscales de los catalanes. Aquellas manifestaciones desembocaron en la presentación de la denuncia por parte de un particular que obliga a la Generalitat a rendir cuentas ante la justicia sobre sus planes con el referéndum, como se vio ayer con la personación de la Guardia Civil en el TNC.
La actuación judicial mereció la censura del propio presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que a través de un tuit consideró que “criminalizar la libertad de expresión del grupo parlamentario más votado por los catalanes es impropio de un Estado democrático”. La reacción más contundente corrió a cargo, sin embargo, de la dirección del mismo grupo de Junts pel Sí, con una comparecencia improvisada en la sala de prensa del Parlament –aprovechando la celebración del pleno– de Jordi Turull, Marta Rovira y Lluís Llach en la que el cantautor y actual diputado aseguró que el hecho “nos devuelve y retrotrae a tiempos del tardofranquismo, pero con algunas diferencias, y es que entonces los cuerpos represivos tenían el coraje de dirigirse a los protagonistas y no ir a dar miedo a los intermediarios”.
Lluís Llach tachó de “vergüenza” y “atentado contra la libertad de acción política” la actuación de la Guardia Civil, se mostró “profundamente escandalizado” y se inventó el verbo “panicar” para definir que se intente, a su juicio, “sembrar el pánico entre funcionarios y toda la gente que interviene en el proceso”. Jordi Turull, por su parte, explicó que el coste del acto organizado por Junts pel Sí había sido de 17.610 euros y que estaba todo “perfecto, pagado y bien firmado” y, junto a Marta
Dos agentes piden el contrato de alquiler y el coste del montaje de un acto por el que JxSí pagó 17.610 euros Colau califica de “barbaridad” la actuación y Podem cree que el PP “ha perdido los papeles”
Rovira, subrayó que “acciones como ésta nos estimulan a seguir adelante incluso con mayor determinación. Junts pel Sí tiene previstos a partir del día 19 más actos como el del TNC para dar a conocer la ley del referéndum por diversos municipios de Catalunya y su intención es no dejarse amedrentar por la presión policial y judicial y mantenerlos con toda normalidad.
Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, también calificó de “barbaridad” la actuación de la Guardia Civil y, en un tuit, la definió como “un ejemplo que judicializar un conflicto político sólo crea crispación y no lleva a ninguna parte”. Y Albano Dante Fachín, secretario general de Podem, se sumó igualmente a la crítica con otro tuit en el que manifestaba que “el PP demuestra que ha perdido definitivamente los papeles”. El único en defender los hechos fue precisamente el presidente del PP en Catalunya, Xavier García Albiol, para quien es algo “absolutamente normal en una democracia”. “Ignoro por qué se excitan de esta manera, es la reacción propia de una democracia frente a aquellos que pretenden llevar a cabo un golpe de Estado, como es el caso de la Generalitat de Catalunya”, declaró en los pasillos del Parlament, en donde reprochó a Lluís Llach que “estaba más cómodo durante el franquismo haciéndose la víctima”.