Rosendo Naseiro
EXTESORERO DEL PP
La comparecencia, ayer, del extesorero del PP Rosendo Naseiro; de su predecesor, Ángel Sanchís, y de la tesorera actual, Carmen Navarro, ante la comisión de investigación del Congreso constituyó un monumental ejemplo de desfachatez.
Intensa y entretenida sí fue la comparecencia de los tesoreros del PP, Rosendo Naseiro, Ángel Sanchís y Carmen Navarro, ante la comisión de investigación parlamentaria sobre la presunta financiación ilegal del PP. Lo que no quedaba claro a última hora de la calurosa jornada madrileña es que hubiera servido para algo más que para certificar que entre los olvidos y las negativas a contestar preguntas que, bien afectaran a asuntos sub iúdice o bien el compareciente interpretase que excedían el propósito de la comisión, los tesoreros no estaban por la labor de resolver las dudas de los diputados. Todos negaron que se hubiera hecho nada ilegal o que existiera una caja B en la contabilidad del PP, y no se bajaron de ahí ni cuando varios diputados les recordaron que la existencia de la contabilidad paralela estaba acreditada por pruebas en las diversas causas por corrupción que se siguen en los juzgados contra el PP.
Pero esa negativa a facilitar información delicada no significó que la sesión se convirtiera en una tediosa sucesión de preguntas sin respuesta, una letanía de “no voy a contestar” como la que se vivió con la visita al Congreso de los Diputados del también ex tesorero Luis Bárcenas. Todo lo contrario. Rosendo Naseiro, a sus 82 años, protagonizó sendos agitados intercambios con los portavoces de ERC, Joan Tardà, y Ciudadanos, Toni Cantó. Al primero le dijo toda suerte de lindezas, empezando por dudar de que llegase a cumplir su edad “porque está muy gordo”, comentó Naseiro, quien, pese a sus declaradas dificultades para oír las preguntas, dijo estar “muy sanito”. Cantó, increpado casi de continuo por la bancada del PP, arrancó diciendo que “si hace dos semanas tuvimos aquí a un mudo, hoy tenemos a un sordo”, lo que desató las iras de los populares, encabezados ayer por Fernando Martínez-Maillo, al que Carolina Bescansa, del grupo confederal de Unidos Podemos En Comú y En Marea, acusó de hacer señales a los comparecientes para indicarles a qué preguntas debían o no contestar. En el caso de Naseiro, que dijo haber pasado por la cárcel porque el juez era “rojo y mentiroso”, Joan Baldoví optó por hacer preguntas cortas y evitar confrontar con el extesorero, sin mucho más éxito que sus compañeros. “Hace treinta años, no me acuerdo, tiene que ser ilegal que me pregunten por cosas de hace treinta años”, repetía. Lo más comprometido que se lo oyó fue: “A veces ibas al mitin y te daban un talón, se lo daban a Fraga”, frase con la que cerró el interrogatorio que le hizo el socialista Felipe Sicilia.
Sanchís estuvo más locuaz, y su única declaración concerniente al caso fue conceder, sobre los papeles de Bárcenas, que él se creía todo lo que Bárcenas dijera porque lo conocía y respetaba desde hacía años. El resto fue un largo excurso y un prolijo debate con Joan Tardà sobre las cualidades de Manuel Fraga en tanto demócrata. Sanchís hizo encomio de la figura del fundador de Alianza Popular, de cuya honradez, dijo, es prueba fehaciente que “murió casi en la indigencia”.
Más datos pero no muy relevantes al caso, aportó la actual tesorera, Carmen Navarro, quien, no obstante, además de negar la existencia de una doble contabilidad, como hicieron sus predecesores, se negó a responder a cualquier
“Yo fui a la cárcel porque el juez era un rojo y un mentiroso”, dijo el extesorero “El PP paga gastos de representación, no sobresueldos”, aseguró la actual gerente
pregunta sobre los años anteriores a su entrada en el PP, así como a todo lo relacionado con la destrucción y formateo de los discos duros de Luis Bárcenas, una actuación que le ha valido una imputación por encubrimiento y daños. Y además de negar la existencia de caja B también rechazó que en el partido existan sobresueldos, mucho menos en sobres de dinero negro. Durante el turno de preguntas de Ciudadanos, Navarro explicó que sólo se pagan “gastos de representación”, y luego, ante las preguntas de Bescansa, insistió en que estos figuran en la contabilidad y que se les practicaba la correspondiente retención de IRPF.
En el Senado, que celebraba simultáneamente una sesión de la comisión de investigación alternativa que promovió el PP para investigar a todo el resto de grupos, PSOE, Podemos y Ciudadanos expusieron sus modelos respectivos de financiación, y renunciaron a preguntar en el turno en el que el PP comparecía. Los populares por su parte, tomaron buena nota de lo explicado motu proprio por sus contrincantes y aseguraron que investigarán si tal y como ellos malician, las prácticas de financiación de PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos incurren en “ilegalidades”.