Lula dice que su condena es política y pide ser candidato
El exlíder brasileño insiste en su inocencia y en la falta de pruebas
“¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!”. Los militantes del Partido de los Trabajadores (PT) jalearon así a Luiz Inácio Lula da Silva cuando el emblemático expresidente ingresó en la sala de prensa de la sede nacional de la formación, en São Paulo. El grito de guerra hacía previsible que fuera el Lula más combativo quien respondiera por primera vez a la condena de nueve años y medio de prisión por corrupción y lavado de dinero impuesta el miércoles por el juez del caso Petrobras, Sérgio Moro.
“Si piensan que con esa sentencia me han dejado fuera de juego, que sepan que estoy en el juego”, manifestó Lula. “Quien crea que es el fin de Lula se va a dar de bruces, porque el único que en política tiene derecho a decretar mi final es el pueblo brasileño”, añadió el líder del PT.
El exmandatario se presentó nuevamente como perseguido político, lo que ha sido una constante desde que se iniciaron los procesos por corrupción contra él de una manera mediática, cuando el 4 de marzo del año pasado la policía se presentó en su piso de São Bernardo do Campo, a las afueras de São Paulo, y le obligó a acompañarlo a declarar a una comisaría.
“La sentencia tiene un componente político muy fuerte”, indicó Lula, quien, enaltecido por la condena, ratificó su intención de ser candidato a las presidenciales del año próximo. En esta ocasión, el exsindicalista dio un paso más para postularse formalmente a unas elecciones donde encabeza las encuestas de intención de voto, con el 30%. “Quiero decirle a mi partido que hasta ahora no lo había reivindicado, pero desde este momento voy a reivindicar al PT el derecho de situarme como postulante a la candidatura”, manifestó Lula.
Tanto el expresidente, como su abogado, que le acompañaba en la rueda de prensa, denunciaron que Moro redactó una sentencia sin pruebas contundentes, apenas basándose en testimonios de testigos arrepentidos, para concluir que Lula cobró un soborno de la constructora OAS en forma de un apartamento tríplex en la playa de Guarujá. “Reto a que presenten una única prueba, un único papel, porque lo que presentaron es un papel roto”, dijo Lula.
Pese a que ni el exmandatario ni su esposa –recientemente fallecida– figuran en la escritura de la propiedad y que se ha demostrado que Lula visitó sólo una vez el piso cuando tenía intención de comprarlo, el magistrado asegura que la empresa se lo entregó al líder del PT como pago por su mediación en la obtención de varias licitaciones de la petrolera estatal. El tríplex, valorado en 615.000 euros tras la reforma, fue confiscado por el juez.
El abogado de Lula, Cristiano Zanin, insistió en la falta de pruebas para condenar a su defendido. “La sentencia es absolutamente ilegítima porque desprecia las pruebas presentadas, desprecia la ley, desprecia la Constitución, se olvida de la presunción de inocencia”, indicó Zanin, convencido de que la sentencia será anulada por el tribunal de apelación.
Moro también condenó a Lula a 19 años de inhabilitación aunque, al igual que su ingreso en prisión, queda pendiente de la resolución del recurso. Lula no podría ser candidato si la sentencia fuese confirmada por el Tribunal Regional Federal (TRF) competente, cuyo presidente informó ayer que emitirán el fallo antes de las elecciones, previstas para octubre del 2018. El segundo en las encuestas, con el 16%, es el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro
“Si piensan que con esa sentencia me han dejado fuera de juego, que sepan que estoy en el juego”