Más flexible y barata
La nueva prueba es online, a través de un ordenador conectado con la universidad inglesa decana; evalúa en dos horas y por separado las cuatro habilidades lingüísticas básicas
Cuando esta mañana los primeros alumnos de la academia BCN Languages se examinen del Oxford Test of English (OTE) se pondrán delante de un ordenador para someterse a una prueba pionera que durará dos horas, frente a las tres horas y media de los exámenes de Cambridge. En la Universidad de Oxford seguirán el comportamiento de los estudiantes catalanes para evaluarles en las cuatro competencias lingüísticas básicas (comprensión lectora, audición, escritura y expresión oral) y enviar las notas definitivas en sólo quince días. La corrección siempre se realizará en origen, a cargo de los profesores ingleses.
El examen de Oxford, a diferencia de los certificados de Cambridge, es único para todos los niveles y se adapta al grado de conocimiento de cada alumno. La flexibilidad es otro de los grandes rasgos diferenciales. Con veinte días de antelación se puede solicitar día y hora para la prueba. “Cada mes podremos hacer el examen, con Cambridge sólo podemos hacer siete exámenes al año”, destaca Albert Roquet, director de BCN Languages, que seguirá ofreciendo las pruebas de Cambridge.
Otra de las grandes diferencias está en el precio. Los exámenes de la Universidad de Oxford son bastante más baratos. Al ser online, sin imprimir ningún examen, se realiza un ahorro importante. “Cambridge está entre 190, 210 y 290 euros, en función de los niveles. Oxford tiene un precio de 85 euros. La diferencia es abismal. Y la mayor diferencia es que para aprobar el First tienes que hacer un curso de preparación para que no suspendas, te preparas para un examen. Oxford analiza qué nivel tienes en cada momento y lo certifica, pero no tienes que prepararte para superar una prueba. La filosofía de Oxford es mucho más válida, va a la raíz”, añade Roquet.
Además, el nuevo examen no suspende a ningún alumno. Evalúa las cuatro competencias y realiza una media ponderada para situar el nivel del estudiante (A1, B1 o B2). El examen indica al alumno en qué competencias debe mejorar para subir de nivel. “Y cuando has mejorado por ejemplo tu audición, te vuelves a presentar por un precio más bajo y puedes certificar el B2. Es más real porque valora tu nivel”, insiste Roquet.
“Seguramente Cambridge deberá bajar sus precios”, destaca Sandra Williams, directora de la academia Everywhere English, con muchos años de experiencia en la enseñanza del inglés. “Para Oxford y Cambridge es un negocio, nosotros trabajamos con tasas públicas, son precios más asequibles. Pero Cambridge parece más bueno, suena muy bien, parece que por el mero hecho de ser de fuera es mejor”, destaca Yolanda Scott-Tenhert, de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Tarragona.
“Nosotros aprobamos o suspendemos. Si se utiliza bien este nuevo sistema puede ser bueno, si no se utiliza bien, es una manera de hacer que todo el mundo apruebe”, advierte Scott-Tenhert. Aunque hoy será la estrena oficial de Oxford en Barcelona, los tests previos realizados, con exámenes de prueba, han sido satisfactorias, con buena acogida de los alumnos.
El precio, muy inferior al de los certificados de Cambridge, puede ser un gran reclamo