¿Carril antimanteros?
El Ayuntamiento de Roses ultima una ciclovía para regular el tráfico y ahuyentar a los vendedores ilegales
Un carril bici ocupa desde esta semana el espacio del paseo marítimo de Roses, en el que cada verano decenas y decenas de vendedores ambulantes ilegales extienden sus productos falsos. El Ayuntamiento persigue un doble objetivo con la creación de este carril, que llega tras las quejas reiteradas de vecinos y comerciantes por el aumento del top manta en el municipio: por una parte, se pretende ahuyentar a los manteros y frenar la proliferación de venta ilegal en este espacio tan concurrido, pero también regular el tráfico de bicicletas, patinetes y segways que especialmente en verano se multiplican en esta localidad turística. Roses pasa de tener 19.500 habitantes en invierno a cerca de 100.000 en plena temporada estival. Que es uno de los principales destinos de la Costa Brava lo saben bien los manteros, que llegan de cualquier rincón a hacer temporada. En pleno agosto se pueden contabilizar más de 450 en un tramo de unos dos kilómetros de paseo.
El Ayuntamiento está ultimando la señalización horizontal de este carril que une la oficina de turismo con el paseo de Santa Margarida, pero a falta de unos pocos detalles para completar la obra, las marcas del carril no han disuadido, de momento, a los manteros que cada noche vuelven a ubicarse en él. El presidente de la Associació Santa Margarida Comerç, Ricardo Moraes, asegura que el martes contabilizó hasta a un total de 274 vendedores ilegales a partir de las ocho de la tarde en este lugar. Considera que la solución pasa por incrementar la vigilancia policial, una vigilancia que sume efectivos de la policía local, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil.
El trabajador de un restaurante del paseo marítimo teme que el carril no acabe cumpliendo ninguna de las dos funciones para el que se ha sido diseñado. “No va a cambiar nada. Estos días estoy viendo que ni las bicis lo usan y
El Ayuntamiento ha sumado seis agentes a la policía local y hace una campaña para sensibilizar al turismo
que los manteros lo siguen ocupando”, se lamenta el restaurador. Un grupo de comerciantes estudia organizar una acción la semana viene que consistiría en circular con sus bicis por este carril para ahuyentar a los manteros. “Está claro que son una competencia para el sector”, agrega el presidente de Roses Comerç, Miquel Gotanegra.
La alcaldesa de Roses, Montse Mindan, pide “paciencia” y dice que no existen “soluciones mágicas” que permitan acabar con el problema de la venta ambulante de un día para otro. Reconoce que la acción no eliminará completamente el top manta, pero agrega que el Consistorio tiene “la obligación” de utilizar todas las herramientas posibles para minimizar su presencia. Además, el Ayuntamiento ha ampliado en seis agentes la policía local y ha puesto en marcha una campaña para sensibilizar a turistas sobre las consecuencias de comprar productos falsos. Se enfrentan a una sanción económica que puede alcanzar los 2.000 euros.
Roses no es la única ciudad que combate el top manta reorganizando su espacio público. El año pasado, el Ayuntamiento de Barcelona creó un parque para patinadores en el mercadillo ilegal del paseo Joan de Borbó como efecto disuasorio.