PSOE y PSC proponen “soluciones de fondo e inmediatas” para Catalunya
Pedro Sánchez cree prioritario hacer una “profunda” reforma constitucional
El PSOE y el PSC firmaron ayer un documento, la declaración de Barcelona, con la que plantean una oferta política para evitar el “choque de trenes” entre “el inmovilismo” del Estado y la “deriva” del independentismo. Y ello, en el marco de una “reforma profunda de la Constitución” que permita unir un “profundo autogobierno de las entidades territoriales con la unidad de España”. Para hacerlo, los socialistas ofrecen “soluciones inmediatas y de fondo” para Catalunya y están convencidos que de aplicarse sus medidas de carácter federal y de manera urgente se solucionaría definitivamente la “crisis” catalana.
Así, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, viajó ayer a Barcelona para rubricar la propuesta con el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta. Sin embargo, esta propuesta de reforma constitucional, que incluye el reconocimiento de las aspiraciones nacionales de Catalunya, ¿será capaz de seducir tanto al independentismo como al PP?
Sánchez respondió al contraataque y con otra pregunta: ¿“Dónde está la propuesta del Gobierno? Si algo ha demostrado Mariano Rajoy es que aspira a gobernar España con Catalunya sin (contar con) Catalunya”, lanzó el líder del PSOE. Por tanto, la receta de Sánchez e Iceta es superar la falta de una solución política del PP con “medidas concretas”, plasmaEn das en la declaración de Barcelona.
Otra cosa es que esta propuesta de los socialistas pueda llegar más o menos tarde, teniendo en cuenta que el independentismo parece encarar la recta final e intentará culminar el proceso con el referéndum del 1 de octubre. O que la gente pueda pensar que el PSOE, hasta hoy, ha participado en este inmovilismo que atribuye a Rajoy. En este sentido, Sánchez aseguró que los socialistas hace cinco años que apuestan por la reforma constitucional, y defendió que el PSOE haya apostado por una “política institucional ante el órdago” del 1-O y del 9-N de hace tres años. Sin embargo, sobre todo, argumentó que ahora el PP ya no tiene mayoría absoluta, por lo que el resto de las fuerzas parlamentarias “tienen el deber y la obligación” de plantear medidas que ayuden a distender esta “crisis”.
Además, acusó a los independentistas y al PP de vivir de la confrontación, mientras que los socialistas, a su parecer, han ofrecido diálogo y mano tendida. “Esperamos que esta gran avenida que tiene que ser la de la política y el encuentro desborde la vía estrecha, unilateral e ilegal que se está proponiendo” por parte del independentismo, opinó.
todo caso, la “profunda” reforma constitucional que buscan los socialistas y que se tendría que materializar en una subcomisión en el Congreso es, hoy por hoy, difícil que encuentre el apoyo del partido que lidera Rajoy. Cuando a Sánchez se le planteó este hecho, respondió con un “intentémoslo, por qué no”, ya que, según dijo, ahora mismo hay una mayoría de parlamentarios que así lo quieren, aunque admitió que con distintas intensidades. La clave, sin embargo, estaría en Ciudadanos, que según Sánchez también quiere una reforma pero “para otros temas”.
Pero el optimismo del que hizo gala ayer Sánchez quedó hundido una vez escuchadas las reacciones del Gobierno y de Albert Rivera, líder de Cs. Así, el portavoz del Ejecutivo de Rajoy, Íñigo Méndez de Vigo, afirmó que Sánchez no ha tenido en cuenta que Carles Puigdemont ya ha respondido a su oferta con la incorporación en su Govern de miembros “mucho más radicalizados”.
Rivera fue todavía más contundente. Acusó a Sánchez de “podemizarse” y de “entregarse otra vez al nacionalismo del PSC”. Al mismo tiempo, aseguró que la reforma constitucional que promueve el líder de los socialistas parece redactada por el expresidente de ERC y exvicepresidente del Govern Josep Lluís Carod-Rovira.
Rivera menosprecia las propuestas del líder de los socialistas y asegura que parecen hechas por Carod-Rovira