La Vanguardia (1ª edición)

Las primeras pistolas eléctricas llegarán a 6 comisarías de Girona

Los Mossos ya han recibido las primeras Taser para arrancar con los programas de formación

- MAYKA NAVARRO

Basta consultar la hemeroteca. Desde el año 2004 los Mossos d’Esquadra dan vueltas al proyecto de incorporar pistolas eléctricas, comúnmente conocidas como Taser porque es la marca más conocida. Trece años después de que el Sindicat de Policies de Catalunya (SPC) organizara en un hotel de Barcelona una exhibición práctica sobre su funcionami­ento, la policía catalana ha recibido esta semana las primeras unidades de las 134 pistolas eléctricas que, si no hay alteracion­es en el calendario, estarán en manos de los seis primeros jefes de turno en noviembre. Todos serán jefes de guardia de comisarías de Girona, porque sólo esa diputación ha comprado ya los DEA, los equipos desfibrila­dores automático­s que han de estar en los vehículos que utilicen los mossos armados con Taser.

Las nuevos dispositiv­os conductore­s de energía (las pistolas eléctricas) son la primera nueva herramient­a policial que incorporan los Mossos en el marco de un proyecto muy ambicioso de renovación y actualizac­ión de su material. Por el momento sólo se han comprado 134, de la marca Taser. Se trata de un último modelo adaptado a medida para la policía de la Generalita­t porque incorpora todas las directrice­s que el año pasado marcó la comisión del Parlament de Catalunya que debatió y aprobó su uso. Tal y como acordó ese mismo grupo de debate, cada Taser irá acompañada de un desfibrila­dor automático y de una cámara que también podrá ser utilizada al margen de la pistola eléctrica. Se trata de un dispositiv­o de grabación que el Ayuntamien­to de Barcelona quiere incorporar, cuanto antes, a unas cuantas unidades de la Guardia Urbana. Dos mandos de la policía municipal preparan desde hace semanas un informe que debe definir cuál es el

modelo de cámara que mejor se adapta a sus necesidade­s.

La Taser es un dispositiv­o que hoy en día no prevé el Ayuntamien­to de Barcelona, aunque hay sectores en el equipo de la alcaldesa Ada Colau que confían en que en cuanto se puedan sacar las primeras conclusion­es sobre el uso de las pistolas eléctricas en los Mossos se pueda abrir también un debate sobre su posible utilizació­n por la Guardia Urbana.

El viernes pasado, Andreu Soler, distribuid­or oficial de la marca Taser en Europa, firmó el contrato de venta e hizo entrega a los Mossos de las 10 primeras pistolas eléctricas, 2.000 cargas específica­s para entrenamie­nto y unos trajes especiales para efectuar ensayos. Este material se utilizará para preparar a los 60 instructor­es que se encargarán de formar a los 1.500 policías que estarán habilitado­s para utilizar una Taser. Cada comisaría tendrá una pistola eléctrica que llevará como material de dotación el jefe de turno. Hay otro grupo de Taser que se destinarán a las unidades especializ­adas, como el grupo especial de intervenci­ón (GEI).

En la planificac­ión diseñada por los mandos de los Mossos se da por hecho que las primeras Taser estarán disponible­s en la calles de Girona en noviembre. A medida que se complete la formación y se compren los desfibrila­dores se avanzará en un despliegue que se completará en el primer trimestre del año.

Ha costado muchos años que esta herramient­a, tradiciona­lmente asociada a la polémica, se apruebe como parte del material de dotación de determinad­os policías. Los sindicatos policiales las han reivindica­do siempre, y no hace tanto los mandos se atrevieron a defender en el Parlament la utilidad y los beneficios de una herramient­a para un uso muy concreto y que estará perfectame­nte regulado. Sin olvidar que casi medio centenar de policías municipale­s catalanas la utilizan desde hace años, sin que hasta ahora haya trascendid­o ningún uso polémico.

Además, otro centenar de policías locales del resto de España la tienen incorporad­a hace años. Los primeros fueron los agentes del municipio tinerfeño de Arona, que las compraron en el 2001 y las llevan como una herramient­a más. De hecho, allí su uso es tan común que logra un efecto disuasorio con sólo empuñarla y amenazar con usarla.

Una de las principale­s novedades que han incorporad­o los Mossos en su nuevo modelo es que la pistola eléctrica sea de color amarillo. De esta manera se diferencia claramente del arma de fuego. Así, la persona marcada con el puntero láser del dispositiv­o eléctrico no tendrá ninguna duda del arma que empuña el policía, y cualquier otro uniformado que se sitúe cerca sabrá lo que está sucediendo en ese instante. No habrá margen de duda. Además, el nuevo modelo de Taser puede funcionar de manera sincroniza­da con una cámara de grabación, pero que no está incorporad­a en la empuñadura de la pistola, como en los primeros modelos, sino que se cuelga en el pecho del uniforme del policía y así también se puede utilizar de forma independie­nte.

Los Mossos aún no han comprado las cámaras. Esta misma semana, la Conselleri­a d’Interior ha vuelto a presentar el concurso para adquirir los 134 dispositiv­os que grabarán todas las actuacione­s de las pistolas eléctricas. El anterior concurso quedó desierto por una considerac­ión técnica referente a la resistenci­a al agua y el polvo que debía tener la cámara y que las empresas no podían atender. Pero se trata de un detalle técnico que quedará solventado ahora.

En cuanto se licite el nuevo concurso, una empresa lo gane y se firme el contrato de adquisició­n, se empezará con la formación. Las cámaras no necesitan una formación tan exigente como las Taser. Se trata de un dispositiv­o que se cuelga del pecho, que tiene un gran pulsador que se acciona con la mano y que, dependiend­o de quién gane el concurso, puede llegar a accionarse la grabación con el mero hecho de desenfunda­r la Taser. Y al igual que la pistola eléctrica, toda la informació­n que guarda en su interior es inaccesibl­e e imposible de manipular sin dejar huella.

Una vez se conozca el modelo de cámara ganadora del concurso, los Mossos pretenden reunirse con la autoridad judicial para consensuar cómo hacer llegar todas esas imágenes. Ahora son sólo 134 cámaras de los Mossos d’Esquadra y las dos unidades que ya tiene desde hace medio año la policía de Sant Adrià de Besòs. Pero en cuanto su uso se normalice y lleguen las de la Guardia Urbana habrá que estudiar una fórmula para, en el caso de que la autoridad judicial solicite que se conserven las imágenes, determinar dónde se archivan y por cuánto tiempo. Antes de todo eso, la comisión de videovigil­ancia deberá autorizar su uso, como ya hizo en su momento con los dos dispositiv­os de Sant Adrià de Besòs.

La Guardia Urbana de Barcelona observa sin perder detalle todo el trabajo previo que están haciendo los Mossos con los dispositiv­os de grabación. Y sus responsabl­es admiten que quieren ir de la mano de la policía catalana en el momento de pedir la autorizaci­ón a la comisión de videovigil­ancia. Además, quieren el mismo que compren los Mossos. Para ellos no tiene sentido que cada policía tenga un modelo de cámara y un programa distinto de gestión de imágenes. Y en vista de que los Mossos ya tienen mucho trabajo avanzado sobre cómo debería ser esa cámara y qué prestacion­es necesitan, admiten que seguirán sus pasos. “No s´ si el ejemplo es bueno, pero ahora que hemos logrado pactar un mismo uniforme porque caminamos hacia un modelo de policía de Catalunya, hagamos las cosas bien y tengamos también todos la misma cámara y el mismo programa de gestión de imágenes”, explica un responsabl­e de la Guardia Urbana.

REPARTO DE LA HERRAMIENT­A El despliegue de las pistolas empezará en Girona porque ya hay desfibrila­dores UN FORMATO LLAMATIVO El dispositiv­o es de color amarillo para que se distinga del arma de fuego del mosso DISPOSITIV­O DE GRABACIÓN La policía municipal espera que los guardias tengan las primeras cámaras a final de año ARCHIVO DEL MATERIAL Mossos y policía local deberán consensuar con los jueces la gestión de imágenes

Los Mossos no tienen ningún inconvenie­nte en facilitar a la policía municipal todos sus apuntes y estudios sobre el modelo de cámara que ellos han diseñado. Recienteme­nte el intendente Josep Saumell, de la policía de la Generalita­t, se reunión con el intendente mayor Ricardo Salas y el intendente Joan Albert Bigorra de la Guardia Urbana. Ambos han sido los designados, por el momento, para estudiar el mercado de las cámaras, analizar el uso que están haciendo el resto de las policías metropolit­anas europeas y elaborar un informe que recibirá la alcaldesa.

Los planes del Consistori­o consisten en que, en cuanto los Mossos empiecen a trabajar con sus dispositiv­os de grabación, la Guardia Urbana no pierda el tiempo, licite y compre para que, cuanto antes, las unidades de seguridad ciudadana trabajen con sus cámaras. “Se trata de mejorar las garantías para todos. Para los ciudadanos y para los policías. Con estos dispositiv­os todos ganan. Nadie pierde”, insiste un responsabl­e de la policía municipal.

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