Al Sky le sienta mejor atacar

Siguiendo la premisa social “la primera impresión es la que cuenta”, el italiano Fabio Aru se presentó respondiendo a todo tipo de ataques en su primer día de amarillo del Tour. Cierto es que podría haber estado mejor arropado por su equipo, el Astana, pero poca falta le hizo tal ayuda. Al no ser el único afectado del ataque de Mikel Landa y Alberto Contador varios equipos intentaron dar caza a la peligrosa escapada.

Seguramente pasará lo mismo la semana próxima en los Alpes cuando la carrera le venga en contra a Aru. De esta manera, la carrera ha llegado al punto en el que la lucha por los 10 primeros puestos de la general puede condicionar el desenlace del ganador en París.

Lo que sí cambiará es la táctica inicial del Sky de mantener un ritmo alto y controlado en cada etapa de montaña para evitar ataques de sus rivales. Al comienzo del Tour el director Nico Portal dijo que no atacarían como lo habían hecho en el Dauphiné. Desde esa perspectiva, el riesgo controlado es la fórmula que les ha llevado al éxito desde el 2012 y sería absurdo no seguirla. Sin embargo la realidad mostró todo lo contrario en el día de ayer. Chris Froome atacó varias veces subiendo y otras tantas bajando el último puerto.

Para aquellos que quieran especular más allá sobre los ataques de Froome mientras su compañero Landa marchaba fugado, piensen también en su fiel gregario Kwiatkowski fugado junto a Quintana. Terminarán viendo que seguramente no haya malestar entre el británico y el español. Por último, mencionar lo que fue el hecho más destacable de ayer: al Sky le sienta mejor atacar que defender. El equipo inglés dio continuidad al espectáculo iniciado por Contador y fue un alivio para muchos que pensaban ya en un Tour aburrido. En caso de ser la premisa cierta veremos mucho ciclismo: ataques; líderes sin equipo; equipos atacándose entre ellos; alianzas; derrotas y victorias. Al menos así se presentaron Aru de amarillo por un lado y el ofensivo Sky por el otro.