Los eurodiputados que más y que menos participan en las votaciones
EL PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EUROPEA, JEAN-CLAUDE JUNCKER, SE ENFADÓ HACE UNOS DÍAS AL VER EL PLENO DEL EUROPARLAMENTO VACÍO Y LO TACHÓ DE RIDÍCULO. FAMOSO POR SER EL RETIRO PERFECTO DE LOS POLÍTICOS, LA CÁMARA EUROPEA VIVE UNA ETAPA DE EUROESCEPTICISMO C
El Parlamento Europeo tiene fama de ser el retiro perfecto para los políticos. Altas retribuciones acompañadas de imágenes del hemiciclo casi vacío y una falta de seguimiento del trabajo diario en los medios provocan que la ciudadanía cuestione la participación y asistencia de los eurodiputados en la Eurocámara. Más aún cuando el mismo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tacha a la institución de “ridícula” al encontrarse con solo 30 eurodiputados que asistieron al debate del pasado martes 4 de julio sobre la conclusión de la presidencia maltesa.
De promedio, entre el 80-90% de los eurodiputados participan en las votaciones de la sesión plenaria en Estrasburgo, si se analizan los datos extraídos de la plataforma VoteWatch Europe. Esto significa que entre cincuenta y cien eurodiputados de 751 no votan en cada ocasión. El eurodiputado con menos votos, el irlandés Brian Crowley, hace tres años que no pisa el Parlamento a causa de una enfermedad. Le sigue el propiciador del Brexit Nigel Farage con un 40% de participación.
La intensidad de los plenarios en Estrasburgo, con más de 30 debates por sesión, provoca que no todos los eurodiputados asistan a todos los debates. En general, sólo acuden los eurodiputados de las comisiones que han trabajado el tema e intervienen en el pleno. “Tendríamos que encontrar la manera de asegurar una mínima asistencia en el plenario mediante los grupos parlamentarios, especialmente cuando hay debates con invitados”, reflexiona Jordi Solé de ERC, uno de los españoles miembro de la Eurocámara mejor situados en el ranking, aunque solo lleva seis meses en el cargo.
Sin embargo, saltarse la votación o los debates no siempre equivale a no asistir al pleno. “No todos los eurodiputados están presentes durante las votaciones, algunos pueden haber salido o estar en otras partes del Parlamento Europeo”, aclara Davide Ferrari, analista de VoteWatch Europe. “En otros casos, algunos pueden perderse en el proceso de votación porque es largo y complicado o deciden no expresar una opinión clara”, añade, aunque también haya la opción de abstenerse.
“Que no se esté en el hemiciclo no quiere decir que no se esté trabajando”, defiende Javi López, eurodiputado por el PSC. La sesión plenaria en Estrasburgo es intensa, de 3 días y medio con 15 o
16 horas de trabajo al día. “A parte de los debates, se realizan reuniones de las comisiones, los grupos de trabajo y las reuniones bilaterales con otras instituciones”, explica López. “Algo que en España no está permitido pero que aquí se hace regularmente”, añade.
Tomando los datos de la plataforma MEP Ranking, varios eurodiputados han hecho pleno de asistencia en las 176 sesiones de esta legislatura, entre ellos los belgas Claude Rolin, del PPE, y Gérard Deprez, de ALDE, y la socialista finlandesa Liisa Jaakonsaari.
La actividad del europarlamentario también se establece en función de su participación en la redacción de informes y proposición de enmiendas. “En el Parlamento Europeo, cada uno puede ser más o menos proactivo, depende de las ganas que tengas”, comenta Ramon Tremosa, coordinador en la comisión de Economía del grupo liberal y eurodiputado independiente por el PDECat. El trabajo se hace de forma sectorial. Los eurodiputados se distribuyen en las 20 comisiones permanentes, donde se especializan por temas y desarrollan los informes y las propuestas legislativas.
Según VoteWatch Europe, el eurodiputado que ha realizado más informes es el polaco reformista Ryszard Czarnecki, que es también vicepresidente de la Eurocámara, seguido por la española Inés Ayala, con 35 informes como ponente. Los eurodiputados con menos actividad vuelven a ser los británicos euroescépticos, junto con tres populares y tres nacionalistas de derecha del grupo Europa de las Naciones y las Libertades. Por su parte, MEP Ranking señala que de los grupos ENF y EFDD (nacionalistas y euroescépticos), más de la mitad de sus miembros están entre los últimos de la cola en la elaboración de informes.
“Como en cualquier parlamento, hay eurodiputados con un ritmo de trabajo diferente. Las fuerzas euroescépticas, en general, no hacen un trabajo de fondo. Su contribución tiene que ver más con la teatralización de los debates. El resto tienen una agenda frenética”, explica el socialista Javi López.
Por lo que hace a la participación por países, España ocupa el puesto 17 en las votaciones con un 90,05%. Austria (95,68%), Malta (95,53%) y República Checa (93,73%) encabezan la lista, mientras que Reino Unido (81,75%), Letonia (85,79) y Lituania (86,19%) caen en los últimos puestos.