Reformar las pensiones
En septiembre continuarán los trabajos del pacto de Toledo para replantear el sistema de pensiones con el objetivo de hacerlo viable de cara a las próximas décadas.
El índice de revalorización de las pensiones (IRP) ha enquistado el debate en la comisión del pacto de Toledo, que retomará sus trabajos en septiembre para intentar cerrar una serie de recomendaciones sobre la viabilidad de la Seguridad Social que deberían haber estado listas en julio. Tras casi ocho meses de debate en esta comisión por la que han pasado una treintena de altos cargos, expertos, técnicos o representantes de patronales y sindicatos, los grupos parlamentarios no han logrado cerrar las dos primeras propuestas sobre las fuentes de financiación del sistema y la revalorización de las pensiones, las dos más importantes porque deben garantizar la suficiencia del sistema y el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas.
En el ámbito de la separación de fuentes de financiación hay coincidencia en que las bonificaciones o reducciones a la Seguridad Social se financien vía presupuestos generales de Estado con el fin de aliviar el déficit del sistema. También hay consenso en que la financiación de los gastos de gestión y operativos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social sean abonados vía presupuestos, aunque este importe, estimado en 4.000 millones de euros, se reduciría a unos 1.100 millones. Los partidos también han avanzado en concretar que la financiación de las pensiones de supervivencia (viudedad y orfandad) se mantenga dentro del sistema y no se financien con impuestos. Todos están de acuerdo en que hay que “renovar” los criterios que rigen estas pensiones que varían en función de la edad y las cargas familiares.