Sánchez urge a Rajoy y Puigdemont a dialogar antes del 1 de octubre
El líder socialista presenta al PSOE como clave para evitar la “crisis” en Catalunya
“Fíjate. Pedro Sánchez ha cambiado su mensaje, es más consciente que hace un año de lo que sucede en Catalunya y actúa en consecuencia, en parte porque se siente liberado de los barones... Sánchez es nuestro Puigdemont”. Son palabras de un miembro del equipo del PSC que reflejan la desenvoltura de la que hace gala ahora al secretario general del PSOE, que el viernes llegó a Barcelona para rubricar un documento, la declaración de Barcelona, consensuado entre las ejecutivas del PSOE y del PSC, que propone, entre otros, mejoras en la financiación para Catalunya. “Hay que buscar soluciones inmediatas”, asegura el socialista. Sin embargo, según Sánchez, urge abordar la cuestión catalana antes del 1 de octubre –día previsto para el referéndum–, y ayer así se lo hizo notar tanto a Mariano Rajoy como a Carles Puigdemont en un acto en el Palau de Congressos de la capital catalana. Es “imprescindible” si se quiere evitar una verdadera “crisis”.
“Hay quien cree que hasta el 1 de octubre es mejor no hacer nada. No lo comparto. Creo que el 1 de octubre no pasará nada si antes abrimos el camino del diálogo. El 1 de octubre es hoy, mañana, pasado mañana, son todos los días necesarios para aportar este diálogo y evitar la crisis” en Catalunya. En el acto de ayer al mediodía de proclamación de Miquel Iceta como candidato para la presidencia de la Generalitat, Pedro Sánchez pidió de este modo a Rajoy que abra la puerta del diálogo con Carles Puigdemont.
Y es que para el líder de los socialistas la “crisis” en Catalunya no se resuelve con “amenazas como las que hemos escuchado en algunos miembros del Gobierno por tierra, mar y aire”, en clara referencia a las recientes palabras de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. “Al contrario, nosotros pedimos diálogo y acuerdo, pero, sobre todo, mesura”.
No obstante, las propuestas recogidas en la llamada declaración de Barcelona para intentar mejorar el encaje de Catalunya en EspaEl ña, podrían haber llegado tarde para el independentismo, con la mirada fijada en el 1-O. También para partidos como el PP y el Ejecutivo central, que llaman a Sánchez a abrir los ojos ante el “desafío” que significa, a su parecer, el nombramiento este viernes de consellers más “radicalizados”. O para Ciudadanos, que reaccionó enseguida menospreciando el documento socialista al afirmar que parecía hecho por el expresidente de ERC y exvicepresidente del Govern, Josep-Lluís Carod-Rovira.
secretario general del PSOE aseguró que en la reunión que mantuvo con el presidente del Gobierno hace once días en la Moncloa le hizo saber que su apuesta es la del diálogo para evitar el referéndum en Catalunya, “un proyecto que divide” y que la situaría, a su juicio, fuera de la legalidad. “Queremos crear una gran avenida de diálogo”, afirmó mientras resaltaba que Puigdemont está lanzando “falsas promesas que conducen a la frustración y la melancolía”.
Con todo, el líder socialista dejó claro que Rajoy puede contar con que el PSOE estará siempre con la ley, “pero únicamente con la ley no es suficiente para solucionar la crisis en Catalunya”. Con esta crítica a la judicialización de la cuestión catalana, Sánchez reclamó “hacer política”. “Si la política sólo consistiera en la aplicación de la ley, gobernarían los jueces y no los políticos”, sentenció ante los fuertes aplausos de la audiencia del Palau de Congressos.
Sea como fuere, Sánchez cuenta con la colaboración de Iceta, su genuina pareja de baile en Catalunya, para sacar adelante el diálogo. El primer secretario del PSC ha dejado de ser por fin Míquel para convertirse en Miquel y Sánchez lo considera el mejor candidato para la Generalitat, porque es “inteligente” y tiene “sentido del humor”, y está “comprometido con las causas que suman y no con las que restan”. Para el líder de los socialistas, corren “tiempos difíciles” en los que algunos responsables políticos se enredan en banderas para tapar su corrupción”, mientras que en el líder del PSC ve “la bandera de la concordia y del diálogo”.
Los socialistas catalanes están satisfechos con la estrategia de Pedro Sánchez, ni que sea porque el partido hermano español ha decidido fijar un rumbo claro y tomar la iniciativa política en el escenario de confrontación, donde parece que sólo caben dos: la “deriva” de los independentistas de un lado y el “inmovilismo” del Gobierno del PP en el otro.
A pesar de todo, la energía con la que Sánchez ha desembarcado en el tema catalán les produce cierto temor porque si fracasa en el intento de promover un nuevo marco de relaciones entre Catalunya y el Estado –algo no descartable– se habrá perdido una bala de oro, sobre todo para el PSC. Por eso, miembros de la dirección creen que antes de disparar, Sánchez debería tener garantizado un acuerdo, aunque sea de mínimos con las otras fuerzas, desde Podemos hasta el PP. ¿Tiene algo acordado ya con ellos? Por ahora, no lo parece.
MENSAJE A COSPEDAL La cuestión catalana “se resuelve con diálogo, no con amenazas por tierra, mar y aire” CONTRA LA JUDICIALIZACIÓN “Si la política consistiera sólo en la aplicación de la ley, gobernarían los jueces, no los políticos”