La Vanguardia (1ª edición)

Diálogo y legalidad

- À. ROS, alcalde de Lleida Àngel Ros

La relación Catalunya-España es hoy el principal problema del país porque afecta a la estructura del Estado y a las diferentes aspiracion­es nacionales de los catalanes. Lo es, también, porque su solución o enquistami­ento incide en las familias, en las empresas y en la necesaria recuperaci­ón social y económica. En momentos de dificultad­es en la UE, no podemos introducir nuevas complejida­des desde un Estado fuerte, España, y desde Catalunya, que ha liderado el europeísmo.

Con la realidad plurinacio­nal, tanto Catalunya como el conjunto del Estado se han podido convertir en referentes europeos. Esta constataci­ón, la historia que compartimo­s y, sobre todo, el futuro, nos obligan a encontrar una solución para vertebrarn­os.

Catalunya y España forman un Estado de derecho. Solucionar los problemas dentro del marco legal es una condición necesaria para resolverlo­s pero no suficiente. Hay que hacer política y eso implica modificar leyes y modelos de relación dentro del Estado con unas mayorías tan amplias como estratégic­o sea aquello que determinan. La ley de un referéndum que rompería en 48 horas una relación de Estado con siglos de historia precisa un consenso superior a la aprobación de un Estatut o de una reforma constituci­onal.

Se intenta vincular los ayuntamien­tos con la celebració­n del referéndum, lo que denota una necesidad urgente de legitimida­d que sus promotores no encuentran, por mucho que se amparen en normas internacio­nales que reconocen el derecho a la autodeterm­inación pero lo limitan a procesos de descoloniz­ación o en situacione­s de graves carencias democrátic­as. Los gobiernos locales nos debemos a la jerarquía de las leyes que encabezan la Constituci­ón y el Estatut.

No se puede resolver recurriend­o a los ayuntamien­tos la celebració­n de un referéndum al cual aspira una parte de la población. Se dice que un 80 por ciento de los catalanes quiere votar pero lo desea hacer en un referéndum legal y pactado. Muchos reivindica­mos que se nos pregunte por otras formas de encaje entre Catalunya y el resto de España y no por la independen­cia.

Tenemos que ser capaces de hacer avanzar nuestro modelo de relación dentro de la ley con una reforma constituci­onal acotada a los sistemas de vínculo entre Estado y realidades nacionales o regiones. Votar una reforma constituci­onal sería un referéndum para culminar un proceso de diálogo y de pacto entre territorio­s del Estado español.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain