El curioso caso de los hermanos Flores
Sólo cinco ciclistas españoles han acabado últimos del Tour en más de cien ediciones de la carrera. Curiosamente, los dos más recientes son hermanos: los navarros Igor e Iker Flores, del Euskaltel. Igor fue farolillo rojo el año 2002 e Iker, en el 2005. “En mi caso no fue buscado”, afirma Iker, todo un ganador del Tour del Porvenir. “Estaba enfermo y bastante hice con llegar a París. Además, en el equipo no gustaba nada y me presionaban para no acabar último”. Iker Flores sufrió todo el Tour. Incluso recuerda haber sufrido la mayor humillación de su carrera. Así lo explica: “Yo iba siempre mal. Creo que sólo en seis o siete etapas llegué a meta con el grupo principal. No podía más, no tenía fuerzas. Recuerdo especialmente una etapa de doscientos y muchos kilómetros en que me descolgué en el quince. Iba con dos sprinters y me monté una película para resistir. Me decía que íbamos escapados y que había que dar relevos para luchar por la victoria. En el último puerto, a unos ocho o diez kilómetros del final, ataqué. Y sin hacer ningún esfuerzo me cogieron, me pasaron como diciéndome ‘pero de qué vas, tonto’ y me dejaron solo. Cuando llegué arriba del puerto era tan tarde que la gente ya había invadido la carretera y yo los tenía que apartar a gritos. ¡Qué humillación!”. Flores explica que salvó el fuera de control por pocos minutos y que si acabó fue “porque mi familia me esperaba en la meta”. A pesar de los problemas físicos, reconoce que hacia el final del Tour... “Decidí que me hacía gracia acabar último. ¿Lo había sido mi hermano tres años antes, no?” Luchaba con un rival belga. “Pero yo llevaba unos minutos de renta. La clave fue la contrarreloj final. Yo salía el primero y lo que hice fue esperar que me cogiera el belga y hacer toda la crono detrás de él. Así me aseguraba perder tiempo pero entrar dentro del control”. Aquel rival de Flores era Wim Vansevenant, todo un especialista: farolillo rojo del Tour 2006, 2007 y 2008. ¡Qué crack!