El sabio pianista
Jean-Bernard Pommier, pianista, actúa en el festival Pau Casals
Entrevista al pianista Jean-Bernard Pommier, quien conserva a sus 72 años la curiosidad y la modestia de los grandes. Esta noche acompaña a la Camerata XXI en el Festival Internacional de Música Pau Casals de El Vendrell, con una pieza de Mozart y una sorpresa en el programa: el Preludio que compuso Casals en 1943.
Empezó a tocar el piano a los cuatro años. A los siete dio su primer concierto y conoció a un hombre que le marcó: Pau Casals. Jean-Bernard Pommier conserva a sus 72 años la curiosidad y la modestia de los grandes. Como pianista ha tocado para las mejores orquestas del mundo y se lo han disputado directores como Von Karajan, Haitink o Boulez. Y como director, también ha tenido a sus órdenes las principales orquestas de Europa y América. Esta noche, Pommier acompaña a la Camerata XXI en el Festival Internacional de Música Pau Casals de El Vendrell, con una pieza de Mozart y una sorpresa que no figura en el programa: el Preludio que compuso Casals en 1943.
¿Qué aprendió del maestro y violoncelista?
Era un genio de la expresión y la técnica; y era único como músico, como compositor y como director pero por encima de eso, nos invitó a los músicos a mirar en la misma dirección que él miró toda su vida: con integridad, fe y fuerza. Nos animó a transmitir el don de la música.
A tocar para todo el mundo...
¡Claro! Don Pablo decía que tenemos que luchar para preservar la integridad y la verdad, esa es la forma de llegar al amor, esa era su espiritualidad y su fuerza.
Ha dedicado su vida a la música, ¿cómo ha cambiado su visión?
Más que cambios hablaría de movimientos. Hay cosas en nosotros que son esenciales, que no cambian; pero las circunstancias de la vida nos invita a movernos, si estamos dispuestos, claro. Don Pablo no dio la fuerza adecuada para vivir la música. Él tuvo una vida fantástica conectada a los grandes eventos del siglo pasado y mi generación, que está a punto de pasar, nos sentimos responsables de esa actitud de preservar la integridad. Hay que ser íntegro y sincero con uno mismo.
¿Y que les dice a las nuevas generaciones?
Los jóvenes no tienen muchas oportunidades de sacar lo mejor de ellos mismos. La mayoría tiene un 50% de miedo y un 50% de pasión. El mundo de la música no tiene una lógica matemática, hoy puedes triunfar y dentro de diez años nadie se acuerda de ti.
No es muy alentador...
Pero cuando alguien tiene un 90% de pasión y un 10% de miedo, ese podrá ser músico toda la vida. La música nos permite descubrir nuestra naturaleza; el sonido, el tiempo, las frecuencias... cuando combinas todos los elementos
“Hoy puedes triunfar y dentro de diez años quizás nadie se acuerde de ti”
eso te permite encontrarte a ti mismo.
¿Qué prioriza ahora, el piano o la dirección?
Eso sería como escoger a una de las dos hijas. Tuve a grandes maestros de piano y dirección en el Conservatorio de París pero mi padre era organista profesional y me dediqué más al piano... Durante siete años y desde que tenía cuatro tocaba cada día tres horas con mi profesora, una concertista rusa.
Durante los últimos cinco años ha trabajado las sonatas de Beethoven, pero no se prodiga en conciertos... Es un privilegio tenerlo en el Festival Pau Casals
Me invitó el director musical, Bernard Meillat, gran experto en Casals; nos conocemos desde hace muchos años y no puedo decir que no a un festival que homenajea al gran maestro.