Estados Unidos prohíbe a sus ciudadanos viajar a Corea del Norte
El Gobierno de Estados Unidos ha decidido finalmente prohibir a sus ciudadanos que viajen a Corea del Norte, según indicaron ayer dos de las principales agencias que organizan viajes al hermético país que lidera Kim Jong Un. La medida será anunciada oficialmente el 27 de julio y entrará en vigor 30 días después.
“Acabamos de ser informados de que el Gobierno de EE.UU. no permitirá por más tiempo a los ciudadanos estadounidenses viajar a la RPDC (República Popular Democrática de Corea del Norte)”, publicó ayer la agencia de viajes Young Pioneer Tours en su página web, donde se precisaba que la medida entrará en vigor 30 días después. A partir de esa fecha, todo estadounidense que visite el régimen norcoreano verá su pasaporte invalidado.
No obstante, esta última advertencia puede caer en saco roto, ya que Pyongyang cursa los visados por separado y no los estampa en los pasaportes, para evitar que sus visitantes sufran represalias.
Tanto Young Pioneer Tours como Koryo Tours, ambas con sede en China, conocieron el plan de EE.UU. a través de la embajada de Suecia, que representa los intereses de Washington en Pyongyang, que les contactó cuando cuantificaba el número de estadounidenses que aún están en Corea del Norte.
La iniciativa de la Casa Blanca era esperada tras la muerte del estudiante estadounidense Otto Warmbier, que contrató los servicios de Young Pioneer Tours para viajar a Corea del Norte a finales del 2015. Allí fue detenido, acusado de sustraer un cartel de propaganda del hotel donde se alojó y castigado a 15 años de trabajos forzados. Con 22 años, fue liberado en estado de coma a primeros de junio y murió seis días después sin haber recuperado el conocimiento.
Fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de EE.UU., a cuyos ciudadanos detiene Pyongyang con el fin de negociar contrapartidas. Actualmente, tres de ellos siguen retenidos en Corea del Norte. Según el portal de noticias NK News, unos 1.250 turistas estadounidenses visitan Corea del Norte cada año y generan unos ingresos de dos millones de dólares.
Tras la muerte de Otto Warmbier, tres turistas norteamericanos permanecen detenidos por el régimen